En uno de los Clásicos de Catalunya más parejos de los últimos años, el Barcelona se impuso como local 1-0 al Espanyol, club que regresó para esta temporada a la élite del futbol español.
La solitaria anotación fue tan pronto inició la segunda mitad, por conducto del neerlandés Memphis, por la vía del penalti.
Para Xavi Hernández, leyenda como jugador en la entidad blaugrana, fue un debut dulce en el mando técnico luego de la mala gestión de Ronald Koeman, quien dejó al equipo en la parte media de la clasificación en la LaLiga.
El duelo, que se jugó en el Estadio Nou Camp con una asistencia oficial de 74,418 aficionados, no reflejó del todo lo sucedido en el campo de juego, ya que los Periquitos merecieron más. Raúl de Tomás, el goleador de los visitantes estrelló un par de balones en los postes.
Con su quinta victoria en 13 partidos, el Barcelona se colocó, de momento, en el sexto puesto general con 20 puntos, en zona de competencias europeas.
Aunque sea de entrada, la llegada de Xavi y la inyección anímica a sus jugadores ya rindió buen resultado.