Vinicio Castilla entra al Salón de la Fama del Béisbol de México

También son entronizado Matías Carrillo, José Luis “Borrego” Sandoval, Isidro Márquez, Eduardo Jiménez y William Serrell.

Vinicio Castilla entra al Salón de la Fama del Béisbol de México.Créditos: Erick Rodríguez
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El jonronero Vinicio Castilla, es a partir de esta noche nuevo integrante del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano.

El ex jugador de los Rockies de Colorado fue entronizado la noche de este jueves junto a grandes peloteros como Matías Carrillo, Isidro Márquez, José Luis “Borrego Sandoval, Eduardo Jiménez y William Serrell, además del cronista Jorge Menéndez.

Castilla llegó hasta las lágrimas al recordar a sus padres, teniendo que parar de hablar en dos ocasiones, en las que fue aplaudido por los invitados, para luego, recibir el abrazo de su padre.

“Es un honor y un privilegio comportar este escenario con todas estas luminarias del béisbol”, dijo Castilla.

“Mucha gente me pregunta ¿por qué el béisbol?, y es debido a mi padre, que me llevó a una edad muy pequeña a jugar y discúlpenme (se quiebra al hablar)”.

Su padre subió al escenario para abrazarlo, algo que fue aplaudido por todos los presentes.

“Se pone más difícil esto, me toca hablar de mi madre, madre solo hay una, el amor de madre es único y quiero agradecerle por todo ese cariño, ese amor que siempre me brindó y no olvido cuando me fui de la casa y me encomendaste con Dios y la Virgen de Guadalupe”.

Matías “Coyote” Carrillo, otro de los entronizados, agradeció a su familia, directivos y compañeros que tuvo en su carrera.

“Esto es lo mejor que me ha pasado en la vida, ser un inmortal y estar en el Salón de la Fama”, mencionó el director ex jugador de los Tigres y hoy mánager de los Acereros de Monclova.

Isidro Márquez, conocido en sus tiempos como jugador como el “Doctor Suspenso”, agradeció también a su familia.

“Yo no sé hablar, pero estoy muy contento y agradecido”, dijo Márquez.

“Quiero agradecerle primero que nada a mis padres, mi padre me enseñó a decir que siempre se puede y mi mamá me dijo que, si algún día llegaba a ser famoso, que no perdiera la humildad. Quiero agradecerles a mis hermanos, un día una hermana me dijo ‘no quieres ir a Pastejé porque no sirves, eres un bueno para nada’, me pico el orgullo y fui, gracias a ella soy beisbolista”.