El mundo del deporte no fue ajeno a la muerte de la Reina Isabel II, quien se caracterizó por su gusto a los caballos pura sangre y la equitación.
Aunque su círculo íntimo alguna vez reveló que era aficionada al West Ham, el español Cesc Fábregas contradijo esas versiones, al señalar que después de una visita que hizo el Arsenal al Palacio de Buckingham conversó con ella, estaba empapada del tema y, al final, le dijo que era seguidora de ese equipo.
“El futbol es un negocio difícil, los jugadores son unas ‘prima donnas’. Pero es un juego maravilloso”, expresó la Reina, quien le entregó la Copa del Mundo en 1966 a Inglaterra.
Tras su muerte anunciada, la NFL guardó un minuto de silencio como muestra de respeto en el juego inaugural entre los Bills de Búfalo y los Carneros de los Ángeles.
La Fórmula Uno reveló que también guardarán un minuto de silencio en su memoria en la carrera del fin de semana.
Una de sus últimas apariciones en el deporte fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando llegó a la ceremonia de inauguración de la mano de James Bond.