Un niño de Apodaca invadió la cancha del Estadio BBVA al finalizar la edición 31 del Clásico Regiomontano, todo para saludar a Jacqueline Ovalle, quien le regaló su playera.
El infante, de cerca de 10 años, estaba con su familia en la grada ubicada atrás de la portería sur del estadio, cuando de pronto, entró al campo y corrió media cancha con la intención de saludar a la mediocampista felina.
A unos metros de alcanzar su objetivo, el niño fue alcanzado por un miembro de seguridad del estadio, quien buscó regresarlo a la grada, pero la jugadora de Tigres Femenil pidió que lo dejaran en el campo.
Ovalle fue con el miembro de seguridad y pidió que lo dejaran en el campo, para luego darle su playera.
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Alberto Molina, director de operaciones de Rayados, decidió que el infante se quedará en el campo, donde convivió también con Ofelia Solís y Diana Evangelista.
Posterior a esto, el niño fue regresado con sus familiares, saliendo feliz de la cancha del BBVA.
“Corrí mucho, pero le voy a los Tigres y quería saludarlas”, dijo Ian, al regresar con sus padres.