Monterrey.- Rayados saldrá a la cancha del Estadio Universitario a disputar el Clásico Regio 133 sin delanteros.
A la distancia, hay un persona que confía que la apuesta de los Rayados esta noche ante los Tigres, en el Clásico, puede resultar positiva.
Se trata del ídolo albiazul Walter Erviti, y es que él ya vivió algo parecido cuando el Monterrey de Miguel Herrera tuvo que adaptar a los volantes como delanteros, en la edición 84, el 31 de marzo del 2007.
“El entrenador (Fernando Ortiz), me imagino yo, no va a tener que inventar tanto como Miguel (Herrera) inventó en aquella época, porque yo era lateral izquierdo o volante y terminé jugando de 9”, expresa de Argentina.
“Monterrey (ahora) tiene jugadores que más fácil se pueden adaptar a funciones ofensivas, mucho más fácil que lo que hacíamos nosotros allá hace tiempo, porque a mi entender teníamos menos jerarquía, Maxi es un jugador que puede jugar cerca del área, “Tecatito”, que llegó hace poco, Canales también, tiene un montón de opciones Monterrey para poder jugar por banda y terminar por dentro ocupando el espacio con la llegada de muchos volantes”, explica.
Aquella vez, el Monterrey, dirigido por Miguel Herrera, ante la ausencia de delanteros por lesión, jugó con tres volantes habilitados como delanteros: Erviti, Leandro Gracián y Jesús Arellano. El resultado fue un espectacular empate 3-3, donde los tres ofensivos improvisados anotaron.
Para este sábado, en el Clásico 133, el escenario se repite, con un Monterrey que tiene lesionados a sus delanteros Germán Berterame, Rodrigo Aguirre y Rogelio Funes Mori, además de suspendido al juvenil Alí Ávila.
El ídolo rayado recuerda que jugar sin un hombre fijo en el área es algo que ya muchos equipos utilizan.
“En el futbol mundial se usa mucho no tener referencias y atacar el espacio, por el hecho de que a veces los rivales se cierran mucho atrás y tener jugadores tuyos parados adentro del área no te genera ningún tipo de movimiento, hoy están jugando mucho los equipos con volantes, y es una oportunidad para Monterrey de poder llegar con volantes”, comentó.
Erviti considera que Ortiz tiene un plantel más vasto para jugar sin un delantero fijo en el área.
”Los jugadores que Miguel (Herrera) tuvo que sacar de un lugar para poner en otro fueron suplantados por jugadores que estaban empezando y cuando uno llega a zonas de definición, la jerarquía se paga”, explica.
Erviti anotó un golazo aquel día, el único tanto que registró en la historia del Clásico Regio. Reconoce que al no tener un delantero en el área se animó a disparar.
“Cuando recordé que no teníamos centro delantero, pateé al arco”, mencionó.
Al minuto 64 de aquel partido celebrado en el Estadio Universitario, Erviti soltó un zapatazo que se incrustó en la portería de Édgar Hernández. Un golazo.
“Recuerdo que me pasaron la pelota y levanté la cabeza para poder tirar un centro y recordé que no teníamos centro delantero, acomodo para mandar el centro, y cuando recordé que no teníamos centro delantero, pateé al arco, la realidad es que yo controlé para centrar, y la opción que me quedó fue patear al arco, y gol”, expresa.
Aunque cree que si hubiera estado Guille Franco aquel día su centro habría encontrado la cabeza del atacante, hay un hecho irrefutable: El haber jugado sin ariete nos regaló uno de los mejores goles en la historia de los Clásicos, porque Erviti, al no ver a nadie en el área, se animó a disparar.