Países Bajos. – El Feyenoord, impulsado por un arranque fulgurante, favorecido por un ritmo alocado y por la fragilidad de su adversario, se reencontró ante el frágil Sparta Praga con el triunfo en la Champions League (4-1), en modo goleada que culminó el mexicano Santi Giménez, que le devuelve a los puestos de clasificación de los que provisionalmente había salido.
El conjunto de Brian Priske está otra vez entre los veinticuatro equipos que apuntan a la continuidad en el torneo. No está para ambiciones mayores. Los ocho primeros lugares quedan lejos. Pero ha conseguido enderezar su recorrido europeo que se afeó con la derrota contra el Salzburgo porque el empate contra el Manchester City resultó gratificante. Evitó la derrota en Inglaterra después de tener el marcador en contra por 3-0.
El representante neerlandés alargó la dinámica y la inspiración que le reactivó en el Etihad y sumó otro triunfo, el tercero en los seis encuentros europeos que ha jugado.
Ante el Sparta, que no pudo evitar su cuarta derrota seguida y quinto encuentro sin perder, puso de cara el choque con dos goles en dos minutos antes del cuarto de hora inicial. Porque abrió el marcador en un saque de esquina que despejó mal Elias Cobbaut. Gernot Trauner se vio con el balón en los pies y sólo tuvo que empujar a la red. Era en 9. Uno después, casi tras el saque de centro visitante, Antoni Milambo robó el balón al Sparta y se lo envió a Santi Giménez. El mexicano, en la rápida transición, encontró a Igor Paixao que con espacio, a campo abierto, batió desde fuera del área otra vez a Peter Vindahl.
Era una avalancha, en plena inspiración del cuadro de Rotterdam que pudo hacer el tercero en el 19, por medio de Milambo y que salvó, con el pie, como pudo, el portero checo.
No pudo evitarlo, sin embargo, a la media hora. Un golazo. Desde el vértice del área. Obra de Anis Haj Moussa tras recibir el balón de Bart Nieuwkoop que, a media altura, con gran efecto, alcanzó la red.
En plena locura todo podía pasar y aprovechó el Sparta su momento para recortar las distancias y regresar al partido en pleno correcalles. En un saque de banda largo, al área, que alargó de cabeza Asger Sorensen y que despejó mal un defensa. Le llegó, en el segundo palo, al kosovar Albion Rrahmani que alargó la pierna y alcanzó para marcar.
Dio la sensación de reaccionar el equipo de Lars Frijs a la vuelta de vestuarios. Lukas Sadilek pudo hacer el segundo, pero salió al paso Timon Wellenreuther y después Santi Giménez hacer el cuarto. Y luego Veljko Birmancevir otra vez para el Sparta. Hasta que el Feyenoord acertó y estableció la goleada.
Fue el reencuentro de Giménez con el acierto. En su sitio, de ariete. De primeras aprovechó un error de la zaga visitante para enviar a la red un balón al área de Anis Hadj Moussa.
El partido se rompió del todo con mucho por jugar y los goles se acercaron a uno y otro lado. Pero fue para el Sparta el segundo, en propia puerta de Thomas Beelen tres minutos después de que el VAR anulara por fuera de juego el anotado por Veljko Birmancevic.