Berlín.- Tres derrotas consecutivas, algo impensable en un club de tal dimensión, delatan el mal momento del Bayern Múnich, superado por un equipo menor como el Bochum (3-2) y con la supervivencia en la Liga de Campeones en entredicho, en una jorn
También en el aire quedan las aspiraciones del poseedor del título al que no le valió el arreón final para evitar otro mazazo. Se queda a ocho puntos del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso que no falla y que sumó tres puntos ante el Heidenheim el sábado.
No respondió a la presión el Bayern. Ni a las exigencias ni el ritmo que le impone el Leverkusen, firme, infalible. Es otra cosa el cuadro de Tuchel, que salió malparado de la cita con el Lazio en la ida de los octavos de final de la Champions.
El proyecto actual del Bayern se tambalea. Indefinido, sin mantener la apuesta por los veteranos o por establecer un cambio generacional necesario. Y entre las dudas queda en evidencia, superado por un adversario con poco más que entusiasmo y que llevaba tres partidos sin ganar, anclado en el ecuador de la tabla.
La salida en tromba del Bayern fue ficticia. Rondó el gol una vez tras otra. De cabeza Matthijs de Ligt, un mano a mano de Jamal Musiala. Pero entre la precipitación y el portero Manuel Riemann frustraron los intentos de recomposición del cuadro visitante, ansioso por hacer olvidar lo antes posible elrevés sufrido con el Lazio en Europa.
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Encontró el gol al cuarto de hora. Fue de Musiala que finalizó de buena manera una acción coral que terminó con un pase de Leon Goretzka y el balón a la red.
Harry Kane pudo hacer el segundo. Eran los peores momentos del Bochum que agarró el partido gracias a un error de su rival. Perdió el balón Musiala y comenzó una galopada letal, con espacios. Anthony Losilla recibió el pase y mandó la pelota lejos del alcance de Manuel Neuer.
Perdió el rumbo del partido desde ese momento el Bayern. Sin calma, sin paciencia. Con exceso de precipitación. En un córner encajó el segundo. Una acción a balón parado. Botado por Kevin Stoger y que cabeceó certero Keven Schlotterbeck.
Con el marcador en contra alcanzó el descanso el Bayern Múnich. En un choque interrumpido dos veces, una en cada parte, por las protestas de la afición en cada campo de Alemania, Bryan Zaragoza irrumpió como solución a falta de media hora. Tuvo su ocasión con un tiro desde el borde del área que adivinó Riemann.
Y después, la desesperación. Un balón aéreo, por el que saltó Upamecano. Metió el codo hacia el rostro de Schlotterbeck que también pujó en el aire por la pelota. Lo vio claro el árbitro que indicó los once metros y sacó la amarilla, la segunda, al central francés. Una semana para olvidar. Segunda expulsión para el galo. No falló desde los once metros Stoger que amplió la renta del equipo de Thomas Letsch.
Con un cuarto de hora aún por disputar buscó el milagro el Bayern. Acortó distancias por medio de Harry Kane que aprovechó un rebote de Ivan Ordets a una gran jugada de Mathys Tel para marcar a puerta vacía. Tuvo otra más el atacante inglés, de cabeza, que se marchó fuera.
No le dio al Bayern, superado, vencido. Desplomado. Lejos del liderato y con el futuro en entredicho.