San Nicolás de los Garza.- Los Auténticos Tigres volvieron a rugir en casa. Luego de tres partidos seguidos fuera del Estadio Gaspar Mass, el equipo de Antonio Zamora recuperó la fuerza y venció 42-30 a los Linces UVM en un partido vibrante correspondiente a la Semana 6 de la ONEFA 2025, disputado la noche del viernes en el Gaspar Mass.
El duelo reunió a dos de las ofensivas más potentes del circuito y no decepcionó: siete touchdowns, carreras largas y un marcador que mantuvo a la afición al filo del asiento.
Desde el inicio, los Auténticos Tigres se adueñaron del ritmo con un pase de Sergio Reséndiz a Cristian Espinosa, que abrió el camino 7-0. Poco después, Ángel Alvarado amplió la ventaja con una corrida corta que firmó el 14-0.
Linces respondió en el segundo cuarto con un gol de campo y, antes del descanso, su mariscal Iker Ayala encontró a su receptor libre en la zona de anotación para acercar 14-10, manteniendo el juego abierto.
El descanso pareció encender a los auriazules. Apenas iniciado el tercer cuarto, Eduardo Martínez rompió por el centro y recorrió todo el campo para devolver la ventaja a dos posesiones.
La defensiva de Linces, sorprendida por la velocidad, no pudo contener el golpe anímico y Ángel Alvarado repitió la dosis con una escapada de 40 yardas que puso el 28-10.
La ofensiva aérea también respondió: Reséndiz volvió a aparecer con un envío preciso a Alan Silva, quien aseguró el 35-17. A pesar del esfuerzo visitante, con una nueva conexión entre Ayala y Desean Scott, los Tigres conservaron el control. En la recta final, Humberto Saldaña cerró la cuenta con una anotación terrestre que selló el 42-30 definitivo.
Linces alcanzó a recortar con un touchdown más en los últimos minutos, pero la diferencia ya era insalvable. Con este triunfo, los Auténticos Tigres dejaron atrás la derrota ante Borregos Monterrey y reafirmaron su poderío en el Gaspar Mass, donde mantienen paso perfecto en la temporada.
La victoria devuelve confianza a un equipo que busca cerrar fuerte la fase regular. Más allá del marcador, los auriazules mostraron carácter, variantes ofensivas y una defensiva oportuna ante un rival que no bajó los brazos. El rugido de Tigres volvió a escucharse en casa.