Canadá.- El mediocampista de Tigres, Marcelo Flores, se sumó esta semana a los entrenamientos de la Selección de Canadá, donde trabajará bajo la dirección de Jesse Marsch durante la actual Fecha FIFA. Su incorporación no forma parte de la lista oficial de convocados, sino que participa como jugador invitado dentro del grupo de práctica, en calidad de sparring.
Flores, de 22 años, nació en Georgetown, Ontario, pero durante su etapa formativa eligió representar a México, con quien debutó en diciembre de 2021 en un amistoso ante Chile. Desde entonces acumula tres apariciones con el Tri, una de ellas en partido oficial durante la Liga de Naciones de la Concacaf frente a Surinam, en junio de 2022.
Pese a esa participación, el reglamento de la FIFA permite que el jugador pueda solicitar el cambio de federación bajo ciertas condiciones. De acuerdo con el artículo 9 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, un futbolista puede tramitar un “one-time switch” si no ha disputado más de tres partidos oficiales, si su última aparición fue antes de los 21 años y si han pasado al menos tres años desde aquella convocatoria. Flores cumple con los tres requisitos, por lo que continúa siendo elegible para representar a Canadá en el futuro, siempre y cuando formalice el proceso a través de la asociación correspondiente.
Durante esta concentración, el mediocampista no participará en los amistosos que Canadá sostendrá frente a Ecuador (13 de noviembre) y Venezuela (18 de noviembre). La intención de Marsch es conocerlo de primera mano, observar su desempeño y conversar sobre una posible incorporación al proyecto rumbo al Mundial 2026, del cual Canadá será uno de los anfitriones junto a México y Estados Unidos.
Formado en las fuerzas básicas del Arsenal de Inglaterra, Flores ha pasado por el Real Oviedo y actualmente milita con Tigres, donde registra cuatro apariciones y un gol en el torneo Apertura 2025. El cuerpo técnico canadiense considera que su perfil ofensivo podría aportar nuevas variantes al grupo, por lo que mantiene comunicación constante con el entorno del futbolista.
Su presencia en el campamento no implica un cambio oficial de federación, pero representa el primer acercamiento formal entre el jugador y el combinado de su país de nacimiento