Guadalupe.- Hace diez años, Monterrey estrenó una nueva casa. Un coloso moderno de concreto y acero que no tardó en ganarse un nombre que resonaría fuerte en todo el país: el "Gigante de Acero". Aquella tarde del 2 de agosto de 2015, más de 50 mil personas se reunieron para presenciar su inauguración con un amistoso ante el Benfica de Portugal.
El marcador fue 3-0, pero lo que verdaderamente quedó en la memoria fue el primer gol anotado en este recinto: obra del joven César “Cachorro” Montes, quien con apenas 18 años escribió la primera página de una historia que hoy celebra una década.
El estadio ha sido mucho más que la casa de los Rayados. Ha sido escenario de emociones desbordadas, conquistas internacionales y noches vibrantes. En 2017 fue sede de la histórica Final Regia de Liga MX, con el recinto lleno a su capacidad máxima de 53,500 espectadores. En 2019, Monterrey levantó la Liga de Campeones de Concacaf en casa tras vencer a Tigres, y en 2021 repitió la hazaña frente al América. Cada título fue celebrado con la intensidad que caracteriza a su afición.
Las Rayadas también han dejado huella en su cancha. En el Apertura 2021 conquistaron el título y en 2024 alcanzaron el bicampeonato, ambos triunfos celebrados ante Tigres en su hogar. El "Gigante" se ha convertido en una casa compartida por hombres y mujeres que defienden los mismos colores con pasión.
Diseñado por la firma internacional Populous junto con el arquitecto Federico Velasco, su construcción inició en 2011 y tuvo un costo cercano a los 200 millones de dólares. Fue el primer estadio en América Latina en obtener la certificación LEED Oro por su diseño sustentable y conexión con el entorno natural.
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Pero el "Gigante" no solo ha vibrado con futbol. También ha sido escenario de conciertos inolvidables.
Justin Bieber fue el primer artista internacional en presentarse en 2017. Luego llegaron Coldplay, Bad Bunny, The Weeknd, Paul McCartney y recientemente Shakira, que en 2025 ofreció dos shows con más de 120 mil asistentes en total. Cada uno dejó su huella en las gradas, los pasillos y el alma del recinto.
En 2026, el estadio será sede del Mundial 2026. Pero más allá de los reflectores internacionales, el "Gigante de Acero" ya es parte esencial de la identidad de Monterrey. Porque aquí, donde todo comenzó con el gol de un cachorro, aún se siguen escribiendo historias que hacen latir el corazón de una ciudad.
