San Nicolás de los Garza.- Tigres enfrentará las dos últimas jornadas del Clausura 2025 con una tarea pendiente que podría condicionar su cierre de torneo: cumplir con la regla de menores establecida por la Liga MX. De acuerdo con el reglamento, los equipos deben acumular 1,000 minutos en total con jugadores nacidos en 2003 o posteriores, y a los felinos aún les restan 196.8 minutos por sumar.
Con solo dos partidos por disputar y un máximo de 180 minutos disponibles por encuentro, el cuerpo técnico encabezado por Guido Pizarro deberá utilizar de forma estratégica a sus juveniles si quiere cumplir con el requisito. La carta más fuerte es Bernardo Parra, nacido en 2005, quien es elegible para aportar el 100% de los minutos y se perfila como titular frente a Pachuca.
A Parra lo acompañará Marcelo Flores, quien nació en 2003 y por tanto suma el 60% de los minutos jugados. Si ambos permanecen en la cancha durante la mayor parte del encuentro, Tigres podría reducir su déficit a tan solo 16.8 minutos de cara al cierre del torneo ante Pumas.
En la combinación también podrían entrar otros jugadores como Ozziel Herrera y Fernando Ordóñez, quienes aportan el 20% al haber nacido antes de 2003. Rafael Guerrero y el arquero Fernando Tapia, ambos categoría 2003, también podrían ayudar con el 60%.
Tigres no solo busca asegurar su pase directo a la Liguilla, sino evitar sanciones por incumplir la norma. En caso de no lograrlo, el reglamento contempla una deducción de tres puntos en la tabla general y una reducción del 30% en los ingresos por derechos de formación, lo que hace aún más relevante la participación de los jóvenes felinos en esta recta final .