Bangkok.- Al menos 165 personas, entre ellas 19 niños, han muerto y 30 han resultado heridas, debido al bombardeo que realizó el Ejército birmano contra un acto de la oposición en la región noroccidental de el pasado martes.
Así lo asegura este jueves en su cuenta de Twitter el ministerio de Derechos Humanos del Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se autoproclama la autoridad legítima de Birmania y fue objeto del bombardeo, ocurrido el martes durante la inauguración de una de sus oficinas administrativas en Pazigyi, pueblo de unos 3 mil 800 habitantes en Sagaing, uno de los bastiones rebeldes en Birmania.
Un portavoz del NUG aseguró a EFE que clínicas de la zona administradas por el movimiento de desobediencia civil surgido tras el golpe elevan la cifra a 168 fallecidos, advirtiendo de la dificultad del recuento debido a la mutilación de los cadáveres.
"Arrojaron una bomba (aviones del Ejército Tatmadaw) directamente contra la multitud. Cuando me agaché y miré atrás había niños de 3, 5, 7 años...", afirmó un superviviente del ataque a EFE bajo condición de anonimato.
El portavoz del NUG indicó que, tras el primer ataque aéreo contra la inauguración de su oficina, ceremonia que atrajo a muchas mujeres y niños al ofrecerse comida a los vecinos, hubo otro bombardeo en la tarde del martes, mientras voluntarios trataban de encontrar a supervivientes.
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La comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, condenó ater miércoles el ataque en Sagaing, mientras hoy lo hizo la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que pertenecen Birmania y otros nueve países de la zona.
El ministerio de Derechos Humanos del NUG urge hoy en Twitter a que se "tomen medidas punitivas (contra el régimen militar), incluyendo una prohibición global de la venta y transferencia de armas y combustible de aviación a la junta (...), así como la involucración de la Corte Penal Internacional". EFE