Washington.- El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró este domingo cinco jornadas de luto nacional tras el tiroteo producido el sábado en un centro comercial de Allen, en el estado de Texas, por el que murieron ocho personas y el atacante.
"Como muestra de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido (...) ordeno que la bandera de los Estados Unidos ondee a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios y terrenos públicos", apuntó el mandatario en un comunicado.
También en todos los puestos militares y estaciones navales, así como en las embajadas y otras instalaciones oficiales en el extranjero, "hasta la puesta del sol del 11 de mayo", explicó.
Un día después del último tiroteo masivo producido en Estados Unidos, todavía se desconoce la identidad del atacante y los motivos que lo llevaron a conducir hasta un centro comercial y dispararle a la gente que se encontraba comprando. Al menos 8 personas murieron, entre ellas un niño de 5 años, y 7 más resultaron heridas, varias de ellas de gravedad.
El autor del tiroteo fue reducido por un policía local que estaba en el Allen Premium Outlets cuando escuchó los disparos. Todavía no se sabe cuántos minutos estuvo actuando el perpetrador de la última masacre que ha vuelto a conmocionar a la sociedad estadounidense.
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"Las fuerzas del orden público federales, estatales y locales están trabajando en estrecha colaboración para investigar este ataque y he ordenado a las agencias federales que brinden todo el apoyo necesario", apuntó este domingo Biden.
Aunque no se sabe la identidad del atacante, Biden confirmó que portaba "equipo táctico" y que estaba "armado con un arma de asalto estilo AR-15", uno de los rifles más populares en Estados Unidos y que se ha usado en numerosos incidentes violentos en los últimos años.
Biden recordó que este año Estados Unidos ya ha sufrido "aproximadamente 200 tiroteos masivos" y que "más de 14 mil" estadounidenses "han perdido la vida, según muestran estimaciones creíbles".
"La principal causa de muerte de los niños estadounidenses es la violencia armada", apuntó Biden, tras conocerse que al menos una de las víctimas de la matanza de Allen es un niño de cinco años.
El mandatario volvió a pedir al Congreso que actúe para frenar la "epidemia" de las armas. "Una vez más le pido al Congreso que me envíe un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad", afirmó.
Biden también pidió que la ley contenga medidas como las verificaciones de antecedentes universales, el requerimiento de almacenamiento seguro de armas o el fin de la inmunidad de los fabricantes de armas.
"Necesitamos más acción, más rápido para salvar vidas. Demasiadas familias tienen sillas vacías en sus mesas de comedor (...) y los miembros republicanos del Congreso no pueden seguir enfrentando esta epidemia encogiéndose de hombros", señaló. EFE