Nueva York.- Desde su fundación, los migrantes han sido la base de Nueva York; sin embargo, en la actualidad, es precisamente la llegada de pobladores de otras latitudes la que tiene en jaque a la ciudad.
Los holandeses fueron los primeros europeos en instalarse en la zona y en 1614 construyeron Fort Nassau, el primer asentamiento europeo en la zona de la actual Nueva York.
En 1626, Peter Minuit, gobernador de la compañía holandesa de las Indias occidentales, compró la isla de Manhattan a los indios por 24 dólares y creó una colonia a la que denominó Nueva Ámsterdam.
Luego de 48 años, en 1674, por el tratado de Westminster, la isla de Manhattan pasó de los holandeses a los ingleses, que la rebautizaron con el nombre de Nueva York en honor al Duque de York.
La inmigración y el desarrollo transformaron la ciudad, de tal forma que en 1835, Nueva York se convirtió en la ciudad más grande de los Estados Unidos. Nueva York es la única gran ciudad de Estados Unidos que, por ley, ofrece “derecho a refugio” legal a cualquier persona que lo solicite.
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No hay requisitos de residencia ni de ingresos. Pueden ir de otra ciudad, estado, país o continente y, si no tienen dónde quedarse, Nueva York debe alojarlos y alimentarlos hasta que tengan su cita en la Corte y legalizar su situación.
La política se remonta a 1981, cuando la Gran Manzana aprobó el derecho al alojamiento para todos los hombres sin hogar, mientras que las mujeres fueron incluidas en 1983 y las familias con niños en 1986.
Pero ahora es noticia casi a diario, ya que la metrópoli se enfrenta a una afluencia de decenas de miles de solicitantes de asilo, muchos de los cuales llegan necesitados de refugio inmediato y se ha tornado en una situación preocupante.
En el último año y medio, más de 110 mil personas han llegado a la capital financiera y turística de 8.5 millones de habitantes en busca de asilo. Ante esto, un proyecto de ley del estado de Nueva York busca otorgar permisos de trabajo temporales a los solicitantes de asilo que siguen llegando principalmente a la ciudad.
Esta iniciativa les daría a los inmigrantes un poder laboral en Nueva York para poder trabajar temporalmente y de manera legal. Algunos legisladores locales han señalado su molestia debido a la falta de acción federal por lo que decidieron presentar esta alternativa estatal que cuenta con el apoyo de empresarios y líderes.
El alcalde Eric Adams dijo que era una crisis humanitaria que le costaría a la ciudad unos 12 mil millones de dólares a lo largo de tres años. En otoño, declaró un estado de emergencia. En semanas recientes, los funcionarios de la ciudad dijeron que se están quedando sin espacio.