Estados Unidos. – Donald Trump habría enfurecido luego de saber cuánto costaría el funeral de la joven soldado Vanessa Guillén, de 20 años en 2020, reveló la revista The Atlantic.
Guillén fue asesinada en 2020 y aunque el entonces presidente de Estados Unidos se ofreció a apoyar a la familia, su reacción fuera de cámaras, fue otra.
“No cuesta 60 mil dólares enterrar a un maldito mexicano”, señala la revista antes citada.
Según The Atlantic, en diciembre de 2020 Trump se reunió con funcionarios para discutir un asunto distinto de seguridad nacional.
Al final de la junta pidió al entonces secretario del ejército, Ryan McCarthy, que le diera actualizaciones sobre el caso de la joven mexicana.
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Trump preguntó: “¿Nos cobraron el funeral? ¿Cuánto costó?” a lo que un funcionario respondió: “Sí, recibimos la factura; el funeral costó 60 mil dólares”.
Según este recuento, Trump enfureció. “¡No cuesta 60 mil dólares enterrar a un maldito mexicano!”, gritó, y dirigiéndose a su jefe de gabinete, Mark Meadows, le dijo: “¡No paguen!”.
Más tarde, presuntamente seguía furioso: “¿Pueden creerlo? Maldita gente, tratando de estafarme”.
De acuerdo a medios de Estados Unidos, la familia de Guillén aseguró en su momento que no recibieron ayuda de Trump.
Natalie Khawam, abogada de la familia, explicó que parte del costo lo cubrió el ejército, y otra parte con donaciones.
Por su parte Alex Pfeiffer, un portavoz de Trump, rechazó que el expresidente se haya expresado de esa manera de Vanessa Guillén.
“El presidente Trump nunca dijo eso. Es una mentira escandalosa de The Atlantic dos semanas antes de las elecciones”.
¿Qué le pasó a Vanessa Guillén?
La joven fue golpeada hasta la muerte por Aaron David Robinson, un compañero en Fort Hood, en Texas en abril de 2020.
En su momento las autoridades explicaron que Robinson, ayudado por su novia, Cecile Anne Aguilar, quemó el cuerpo de Guillén.
Los restos de la mujer, quien había denunciado ser víctima de acoso, fueron encontrados el 30 de junio.
Su agresor Robinson huyó de Fort Hood y se suicidó, mientras que Aguilar fue detenida por complicidad y condenada a 30 años de prisión.