Florida.- Una impactante sentencia se dictó ayer lunes en Florida: Sarah Boone, de 47 años, fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de su pareja, Jorge Torres, quien murió asfixiado dentro de una maleta en 2020.
Este caso, marcado por el abuso doméstico y el alcohol, conmocionó al público durante el juicio.
El juez Michael Kraynick emitió la sentencia tras la deliberación de un jurado que, en apenas 90 minutos, declaró culpable a Boone de asesinato en segundo grado. Boone había rechazado previamente un acuerdo con la fiscalía que habría reducido su pena a 15 años de prisión.
Durante el juicio, la defensa intentó mostrar a Boone como una víctima de violencia doméstica, pero la evidencia fue contundente.
Videos hallados en su teléfono mostraban a Torres, de 42 años, pidiendo ayuda desde dentro de la maleta mientras Boone lo filmaba, diciéndole frases como: “Así se siente cuando me asfixias”.
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Según los fiscales, Boone también golpeó a Torres con un bate de béisbol antes de dejarlo atrapado.
Cuando la fiscalía le preguntó por qué no abrió la maleta para dejar salir a Torres, ella respondió:
“Quería que él intentara entender cómo me sentía para que tal vez pudiera progresar y ser mejor persona“.
¿Por qué lo metió en una maleta?
Boone sostuvo que fue un accidente. Según su relato inicial, ambos habían estado bebiendo y jugando ese 2020 cuando decidieron que Torres se metiera en la maleta. Alegó que creyó que él podría salir por sí mismo, pero al despertar al día siguiente, lo encontró inconsciente.
Los familiares de Torres expresaron su dolor durante la audiencia. Victoria Torres, hermana de la víctima, declaró: “Sarah merece pudrirse en la cárcel. Ha causado un dolor que durará toda la vida”.
Por su parte, Boone pidió perdón a la familia Torres y afirmó haber sufrido años de maltrato por parte de Jorge.
“Me perdono por haberme enamorado de un monstruo. Intenté romper el hechizo... nunca dejé de amarlo. Nunca quise que esto pasara. Perdóname, Jorge. Perdóneme, familia Torres”, declaró, visiblemente afectada.
Tras 58 meses de detención previa al juicio, Boone presentó una solicitud para un nuevo juicio argumentando errores en el proceso, pero el juez la rechazó, afirmando que todas las pruebas y procedimientos habían sido correctamente considerados.
El caso deja al descubierto una tragedia compleja, donde el abuso, el alcohol y las decisiones fatales se combinaron en un desenlace devastador.