‘Monja’ abandona cadáver dentro de maleta y descubren escalofriante pacto en Chile

Una cámara de seguridad captó el momento donde esta supuesta religiosa dejó el cadáver a pie de carretera.

Captan a supuesta monja dejando cadáver en la calle en Chile
Captan a supuesta monja dejando cadáver en la calle en Chile Créditos: Especial
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Santiago. – Un cadáver dentro de una maleta fue localizado el pasado lunes 8 de abril en la calle Los Jardines, en el barrio de Ñuñoa, en Santiago, capital de Chile.

El hallazgo lo hizo un pepenador, quien más tarde comunicó el hecho a las autoridades que iniciaron con las investigaciones correspondientes.

Si bien el cuerpo que estaba dentro de este espacio lucía en estado de descomposición, los expertos en medicina forense pudieron identificar que correspondía a una mujer de aproximados 60 años que había fallecido hace al menos seis meses.

Las hipótesis comenzaron a surgir, sin embargo, todo dio un giro de 180 grados cuando cámaras de seguridad cercanas a la zona pudieron captar el momento exacto donde una persona con la vestimentita típica de una monja dejaba dicha maleta en este punto antes de fuera encontrada por el reciclador callejero.

Al cabo de unas horas la policía identificó que esa persona que arrastraba el cuerpo se llamaba Lorenza Patricia Ramírez Barreras, y que se trataba de una mujer de 80 años.

Además dieron con la identificación de la víctima: una mujer de 59 años llamada Érica Alejandra Fernández Mora.

Encuentran escalofriante pacto entre las dos mujeres

Durante las pesquisas los departamentos policiacos hallaron que el caso no estaba relacionado con un asesinato, sino que había un pacto entre ambas mujeres, que, cabe señalar, no eran monjas.

Este refería que las dos personas –que, por cierto, eran pareja sentimental- habían establecido un acuerdo relacionado con la muerte.

Lorenza y Érica trabajaban en una parroquia, donde se conocieron y crearon un lazo amoroso que las llevó a realizar un tratado que mencionaba que, en caso de que alguna de ellas falleciera, esto no sería denunciado y cuidarían el cuerpo hasta el resto de sus días.

Cuando Érica falleció, Lorenza siguió el pacto al pie de la letra y la mantuvo en su casa hasta que un día decidió depositar su cuerpo en la maleta y llevarlo hacia su domicilio, no obstante, en el camino decidió dejar los restos por temor a que una de sus hijas hallara el cadáver.

“La mujer adulta mayor (Érica) no es religiosa, ni pertenece a un instituto de vida consagrada de la iglesia católica. Su hija sí es religiosa y vino desde Italia, hace poco tiempo para cuidarla”, denunció el Arzobispado de Santiago.

Lorenza Ramírez fue imputada como autora de inhumación ilegal, pero quedó el libertad y alejada de toda persecución ya que, según la Fiscalía, por su edad y pulcra conducta anterior no había riesgo de fuga.