Jerusalén.- Decenas de israelíes de ultraderecha se reunieron la noche de este lunes cerca de la frontera con la Franja de Gaza para conmemorar Tisha B’Av, una fiesta judía que recuerda la destrucción del Primer y Segundo Templo, y aprovecharon para abogar por la recolonización del enclave palestino.
El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, asistió al acto: "Lamentando el pasado y orando por el futuro, lamentando la destrucción y esperando asentamientos judíos en todas partes de nuestra patria", dijo en un video publicado en la red social X.
Más temprano, el Ejército cerró varias rutas al norte y este de Gaza para evitar que los civiles se acercaran durante la celebración de Tisha B’Av, que se inició al atardecer y concluye mañana.
Este año, muchas sinagogas incorporaron en su celebración textos sobre el ataque que perpetró el grupo islamista Hamás contra Israel el 7 de octubre y que desató la guerra, lo que podría significar una eventual canonización de la masacre -que dejó unos mil 200 muertos y 251 secuestrados- en la liturgia judía, según la prensa local.
El presidente israelí, Isaac Herzog, participó en la celebración de Tishá B'Av en la sinagoga Ohel Nejamá de Jerusalén.
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"Este año, mientras conmemoramos juntos miles de años desde la destrucción del Templo, también conmemoramos diez meses de dolor desde aquella terrible herida que nos infligieron nuestros enemigos", dijo el presidente israelí, Isaac Herzog.
Tishá B’Av en el Muro de las Lamentaciones, Jerusalén
Miles de judíos, la mayoría de ellos varones, se reunieron la noche de este lunes en el Muro de las Lamentaciones de la Ciudad Vieja de Jerusalén para las oraciones de Tishá B’Av, que conmemora la destrucción del Primer y Segundo Templos.
Recitando a la luz de las velas pasajes del Libro de las Lamentaciones, que describe la destrucción del Primer Templo del judaísmo (muchos de ellos vistiendo indumentaria ultraortodoxa y portando armas largas) celebraban como cada año la festividad, que comenzó hoy al atardecer y termina mañana.
Lo anterior en medio de la amenaza de un ataque a gran escala por parte de Irán y la milicia chií libanesa, Hizbulá, pues ellos y sus aliados en Oriente Medio juraron vengar los asesinatos de Fuad Shukr, líder militar del grupo chií, muerto en un bombardeo israelí a las afueras de Beirut el 30 de julio; y de Ismail Haniyeh, entonces líder político de Hamás y quien murió el 31 de julio en un ataque en Teherán, que Irán atribuye a Israel.