Nicaragua.- Un hecho insólito y profundamente conmovedor ha sacudido al municipio de Pantasma, en Jinotega, Nicaragua. Un padre, devastado por la muerte de su hijo, protagonizó una escena que ha dejado al pueblo entre la consternación y la reflexión sobre las formas en que las personas enfrentan el dolor.
El joven de 17 años, había perdido la vida en un accidente de tránsito y, tras ser declarado sin signos vitales en el centro de salud de la zona, fue sepultado en el cementerio local.
Sin embargo, durante la madrugada del 6 de noviembre, poco después de las 2:00 a.m., las cámaras de seguridad captaron un hecho inesperado.
De acuerdo con las imágenes, el hombre —quien habría ingerido alcohol y se encontraba profundamente afectado emocionalmente— acudió al cementerio, desenterró el cuerpo de su hijo y lo llevó hasta su vivienda.
Más tarde, el padre explicó que actuó así porque creía que su hijo “tenía frío y necesitaba ser abrigado”.
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El episodio ha generado un intenso debate entre los habitantes, muchos de los cuales han expresado preocupación por la salud emocional del hombre y por el impacto que está teniendo el duelo en su comportamiento.
Al enterarse de la situación, miembros del Ministerio de Salud y agentes de la Policía Nacional llegaron al domicilio durante la misma madrugada para solicitar la entrega del cuerpo. El cadáver fue llevado nuevamente al camposanto para su reinhumación.
Especialistas en salud mental señalan que acciones como esta pueden surgir en casos de duelo extremo, cuando la negación y el dolor superan la capacidad de la persona para enfrentar la pérdida.
En medio de la conmoción, vecinos y allegados se han organizado para ofrecer apoyo y acompañamiento al padre, quien atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida.
¿Qué es el duelo extremo?
El duelo extremo se refiere a una reacción de dolor emocional intensa, desbordada y poco funcional tras la pérdida de un ser querido.
Aunque el duelo es un proceso natural, en algunos casos puede volverse tan profundo que afecta seriamente el comportamiento, la salud mental y la capacidad de la persona para enfrentar la realidad.
Características del duelo extremo
- Negación total de la pérdida: dificultad para aceptar que la persona falleció, incluso cuando hay evidencia clara.
- Reacciones impulsivas o irracionales: acciones motivadas por el dolor, como intentar “revertir” la pérdida, aferrarse a objetos o recuerdos de manera exagerada, o tomar decisiones peligrosas.
- Dolor emocional paralizante: llanto incontrolable, desesperación, ansiedad aguda o sentimientos de vacío profundo.
- Aislamiento extremo: desconexión del entorno, rechazo a recibir ayuda o interactuar con otros.
- Pensamientos intrusivos: recuerdos constantes o imágenes traumáticas asociadas a la pérdida.
- Problemas físicos: insomnio, pérdida de apetito, debilidad o crisis nerviosas.
