El ritual macabro detrás del crimen de Magalí Levy, planeado por su empleada doméstica

La comunidad judía a la que pertenecía Magalí expresó su dolor y repudio a través de un comunicado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

Créditos: Redes sociales
Escrito en GLOBAL el

Argentina.- Magalí Levy tenía 28 años y era madre de dos hijos. El pasado viernes 7 de marzo fue hallada sin vida en su hogar del barrio Recoleta, en Buenos Aires, con signos evidentes de violencia.

Lo que en un principio parecía un violento robo fue revelando una historia aún más siniestra tras las nuevas investigaciones: un engaño cuidadosamente planeado que terminó en un crimen atroz vinculado a un ritual oscuro y a una banda criminal con conexiones internacionales.

Magalí vivía junto a su esposo y sus hijos y pertenecía a la comunidad judía, misma que expresó su dolor y repudio a través de un comunicado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), donde se exigió el inmediato esclarecimiento del caso y justicia para los responsables.

¿Cómo ocurrió el crimen?

La tragedia comenzó cuando una amiga de Magalí, que buscaba una empleada doméstica, recibió una recomendación: una mujer que decía llamarse Emilse Alegre se ofrecía para el trabajo. Aunque su amiga ya había contratado a otra persona, le pasó el contacto a Magalí, quien también necesitaba ayuda en su casa.

Emilse fue a una entrevista en la casa de Levy, pero su desempeño no convenció. Sin embargo, ante la falta de otras opciones, Magalí volvió a contactarla días después. Esa decisión sellaría su destino.

El viernes 7 de marzo, Emilse regresó al domicilio. Lo que siguió fue un brutal ataque. Según fuentes cercanas a la investigación, la mujer formaba parte de “Los Sampedranos”, una peligrosa banda criminal que, al descubrir una caja fuerte en la casa, decidió actuar.

Magalí fue torturada en un intento de obtener la combinación, pero se negó a revelarla. La violencia escaló hasta su asesinato, que incluyó un ritual presuntamente ligado a creencias esotéricas.

Tras el crimen, los delincuentes robaron alrededor de 6.000 dólares y varios objetos de valor. Luego huyeron a Paraguay, donde se refugiaron con la ayuda de un supuesto “brujo”, a quien ofrecieron dinero y el sacrificio de un buey como pago por su protección.

Gracias a una cámara de seguridad, la policía logró identificar a los integrantes de la banda al momento de salir del domicilio de la víctima. Esa grabación fue clave para rastrear su paradero y avanzar en la investigación.

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