Colombia.- Colombia fue sacudida ayer por dos atentados dirigidos contra un helicóptero de la Policía y una base aérea que dejaron al menos 18 muertos y pusieron en el punto de mira del Gobierno al Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, señalada como posible autora de los ataques.
El primer ataque ocurrió en El Chispero, una zona rural de Amalfi, en el departamento de Antioquia, en el noroeste, donde 12 policías antinarcóticos murieron al ser impactado el helicóptero en que se transportaban para una operación de erradicación de cultivos ilícitos.
Horas después, en Cali, capital del departamento de Valle del Cauca, al suroeste, un camión cargado con explosivos fue detonado en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez.
Donde se forman los miembros de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), dejando seis personas muertas y 65 heridas, todas civiles que pasaban por el lugar, según el último balance al cierre de esta edición.
Las autoridades detuvieron en el lugar de un hombre que, al parecer, es miembro de las disidencias de las FARC y pertenece a las estructuras del EMC, dirigidas por alias “Marlon, subordinado a la Junta del Narcotráfico”, un grupo formado de varias organizaciones criminales.
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En otros hechos, mexicanos sufren secuestro exprés en altamar en Colombia
El pasado martes 19 de agosto, una pareja de turistas mexicanos fue víctima de un "secuestro exprés" en altamar durante sus vacaciones en Cartagena, Colombia.
Los viajeros denunciaron que fueron extorsionados con el cobro de casi $1.8 millones de pesos colombianos (aproximadamente $8,400 pesos mexicanos) por el supuesto uso de instalaciones en un club de playa.
La situación se originó cuando la pareja fue abordada en Bocagrande por supuestos operadores turísticos que les ofrecieron un paseo en lancha a la isla Tierra Bomba.
Una vez en el mar, los tripulantes de la lancha apagaron los motores y exigieron el pago. Bajo presión, la pareja se vio obligada a pagar con su tarjeta de crédito.
Después de pagar, los turistas fueron abandonados en un lugar diferente al punto de partida, lo que los obligó a buscar ayuda policial.
Con las pruebas que los mexicanos proporcionaron, la Secretaría de Turismo y la policía local actuaron rápidamente, logrando la captura de Luis Fernando Llerena Herrera y Alcides Guerrero Caraballo.
El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, confirmó las detenciones y garantizó a los turistas el apoyo de su gobierno.