Monterrey.- La frase de los senderistas “la montaña llama” toma cada vez más fuerza en Nuevo León, pero quienes responden el llamado muchas veces lo hacen sin prudencia, pericia o experiencia.
Esto origina que al menos cada dos días y medio las líneas de emergencia de Protección Civil de Nuevo León deban emprender un rescate.
La institución de rescate reportó que durante el 2021 rescató a 150 senderistas que tuvieron complicaciones por extravío o lesiones, y además se tuvo el reporte el pasado diciembre del deceso de un excursionista en la Sierra de Santiago; las labores de búsqueda tomaron siete días.
EL 2022 no libró el saldo rojo; el 17 de marzo un senderista murió al caer de su propia altura en el Cerro de las Mitras.
Otros cinco casos más de rescates con vida han tenido trascendencia mediática dadas las circunstancias; por ejemplo, el 5 de septiembre, cuando se registró una tromba, un hombre logró sobrevivir en el Cerro de la Silla. Fue rescatado 24 horas después de que realizó su ascenso.
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Los puntos de donde se han realizado dichos rescates son el Cerro de las Mitras, de la Silla, Topo Chico, Huasteca y Sierra de Santiago.
Para Edgardo Acosta Canales, director de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, la falta de prudencia y tomar con ligereza el ascenso sin acatar las recomendaciones son las principales causas de accidentes y extravíos.
“Lo más importante de todo es ser prudentes, si el camino no es el adecuado, si hay amenaza de lluvia, si sabemos o prevemos que va a anochecer u oscurecer más temprano, hay que ser más prudentes con los horarios de acceso, porque siempre tenemos que pensar en el descenso”, dijo Acosta Canales.
Explicó que en su experiencia, en los casos de accidentes que han atendido en el parque de la Estanzuela, otra causa común es que los senderistas no utilizan calzado especial para la montaña.
“El calzado adecuado para hacer senderismo es muy recomendable, la gran mayoría, el 90 por ciento de los accidentes que tenemos en La Estanzuela es porque la gente no lleva el calzado adecuado y sufren accidentes o se lastiman los pies y empieza a haber complicaciones por dar malos pasos.
“Viene una caída y dependiendo de la caída puede haber otras consecuencias”, explicó el funcionario.
Acosta Canales dijo, que, en efecto, la actividad de senderismo es cada vez más popular. Tan solo en lo que va del 2022, el área de control de acceso del parque ecológico La Estanzuela ha registrado que, en comparación con el mismo periodo del año pasado, las visitas se incrementaron 137 por ciento.
El funcionario atribuye este fenómeno a tres factores: la belleza imponente de las montañas de Nuevo León, el clima agradable que este otoño ofrece y, principalmente, la búsqueda de desarrollo personal de los senderistas tanto a nivel físico, como todo lo relacionado con la salud mental y emocional, un tema que ha cobrado auge luego de la pandemia.
“Está asociado también con la salud, no nada más la salud física, el tipo de actividades en la naturaleza tienen que ver con la salud mental, y en aquellos senderistas que gozan de la actividad encontramos en ellos en conocimiento más grande la naturaleza, al cuidar y procurar el medio ambiente”, contó.
Al ir adquiriendo gusto y hábito, los senderistas se motivan y se retan a elevar su nivel de resistencia y conocimiento de rutas. Esto resulta, dijo el funcionario, en que acudan ya no solo a parques con control de acceso y servicio de guardaparques, sino también a reservas poco exploradas de Nuevo León y Coahuila, incrementando el nivel de riesgo.
En Nuevo León, los puntos más populares para una excursión son Chipinque, la Estanzuela, La Huasteca, el Cerro de la Silla, Cerro de las Mitras, Cerro del Chupón y Cerro del Sapo.
Las actividades que realizan los excursionistas son el hiking o senderismo básico, rapeleo y observación de aves.