Monterrey.- Uno de los grandes males que azota a la metrópoli regiomontana es la contaminación, y justamente empeora durante los meses de cierre de año.
El meteorólogo Orlando Aurquia explica que la presencia de contaminantes en los meses de octubre, noviembre y diciembre tiene algunas explicaciones.
La contaminación por partículas PM10 y PM 2.5, dice, se da ante la mayor presencia de los vientos típicos de la temporada que son responsables de despegar del suelo las partículas contaminantes y dispersarlas.
“Este incremento de partículas pequeñitas se da cuando hay condiciones de viento muy fuerte, y en esta época hay vientos muy fuertes asociados a la presencia de un frente frío, y detrás de ese frente viene moviéndose una masa de aire y genera condiciones de viento muy fuerte, ese viento remueve las partículas que hay en el piso, principalmente en el norte de México y sur de Estados Unidos, que son zona árida y eso es levantado y esa es una de las causas por las que se incrementa este tipo de contaminantes”, señala.
Por otro lado, dice, la reducción de lluvia y un incremento en la radiación solar, permite una contaminación relacionada con los gases emanados desde los vehículos motores.
“Se forma por los gases que emite el parque vehículos, las industrias que están presente en el área metropolitana, estos gases que emiten reaccionan con la luz solar y se producen reacciones fotoquímicas y se produce Ozono, que cuando se produce donde hacemos nuestras actividades es sumamente dañino por las consecuencias para la salud, irritación en los ojos o irritación en el sistema respiratorio”, afirma.
En contra de la calidad del aire del Área Metropolitana de Monterrey, juega también su ubicación geográfica ya que el hecho de estar asentado en un valle ‘cerrado’, dificulta la ventilación y permite la concentración de los contaminantes.
Advierte que hacia el cierre de año es común hablar del fenómeno de la inversión térmica, -que es una condición, que contrario al desarrollo normal, genera mayor calor hacia la superficie de la atmósfera- provoca una especie de “taponamiento” que evita la dispersión de los contaminantes encima de los valles, se dificulte.
El especialista, formado en la Universidad de La Habana, en Cuba y con estudios de Maestría en la UNAM recomienda a los ciudadanos optar por una reducción del uso de vehículos motores y evitar la quema de pirotecnia y cualquier otra quema que genere la emisión de contaminantes al ambiente.
El año pasado, la metrópoli regiomontana respiró más del 60% de los días del año aire con contaminantes por encima de la norma.