Monterrey. – Las hijas del fallecido Roberto Garza Sada, María del Carmen, Gabriela y Viviana Garza Delgado, habrían ganado un litigio de once años a Santander, recuperando así una herencia de acciones de Alfa de un fideicomiso que el empresario tenía en dicha institución bancaria.
Considerando el tipo de cambio actual, lo que Santander tendría que desembolsar sería unos 700 millones de dólares por el valor de los títulos del corporativo regio sustraídos que había heredado Garza Sada.
El monto a pagar está compuesto del valor de las acciones del corporativo neolonés, aunado a los dividendos comunes y uno extraordinario decretado tras la venta de Hylsa en el año 2005.
Roberto Garza Sada depositó desde 1994 un fideicomiso a Santander de 36 millones 700 mil acciones del corporativo industrial con valor de 900 millones de dólares que recibirían María, Gabriela, Viviana y Roberto, sus hijos.
Sin embargo, cuando el empresario murió en el año 2010, las hijas alegaron que su hermano Roberto había vaciado el fideicomiso en base a firmas falsas de su padre, situación por la cual fueron a los tribunales contra él y contra Santander.
Después llegó una segunda instancia judicial de parte de las Garza Delgado, luego de que Santander revocara una sentencia interpuesta en 2014 por la Jueza Cuarta de Jurisdicción Concurrente del Primer Distrito Judicial en Nuevo León, Norma Patricia Marroquín Ayala, quien había dictaminado que, al ser los principales accionistas de Santander, los hermanos Emilio, Ana Patricia y Francisco Javier Botín-Sanz de Sautuola y O'Shea, deberían pagar esa cantidad.
Los hermanos Botín-Sanz apelaron la resolución y el proceso tuvo continuidad tanto en tribunales mexicanos como en españoles, hasta que habría llegado a su fin este 2022.