Monterrey.— Tras siete meses de sequía, las instalaciones de la presa Rodrigo Gómez, mejor conocida como “La Boca”, en el municipio de Santiago, lucieron abarrotadas por la visita de miles de turistas locales y nacionales.
De acuerdo con estimaciones de trabajadores del lugar, entre el sábado y el domingo alrededor de mil 500 vehículos y unas cinco mil personas se dieron cita en la presa, sin contar a los cientos de ciclistas y motociclistas que arribaron, al igual que ciudadanos que llegaron a pie de puntos cercanos.
Al filo de las 11:00 de la mañana del domingo, centenares de automóviles comenzaron a enfilarse en las entradas del embalse, provocando tráfico vehicular sobre la Carretera Nacional, a la altura de la comunidad de El Cercado.
Las familias manifestaron su felicidad por la recuperación de la presa, que recientemente alcanzó cerca del 80 por ciento de su capacidad, tras las lluvias de hace dos semanas.
“Hace un mes vine con mi familia, y estábamos parados prácticamente en el centro de la presa, estaba todo seco… Y ahora ver que el agua llega casi hasta el malecón, sí da alegría... ahora sí Monterrey tiene agua”.
Visitantes de los municipios de Juárez, Guadalupe, Allende, Montemorelos, Cadereyta y Monterrey, además de residentes de los estados de Coahuila y San Luis Potosí, se divirtieron dando paseos a pie por el malecón y por supuesto a bordo de los catamaranes, que, según los operadores, funcionan ya al cien por ciento.
“Nos sentimos muy contentos… ¡Qué bueno que ya hay agua para toda la gente! Ahorita tenemos al cien por ciento de visitantes, las ventas subieron de cero a cien, hubo un cambio impresionante, gracias a Dios que el agua subió”.
Quienes también tuvieron mucha actividad gracias al repunte de turistas, fueron los encargados de dar paseos a caballo.
“El agua nos devolvió la vida”.
“Está bien bonita aquí la presa… Vine con mis hermanas, ahí andan a caballo, paseando”.
Trabajadores de la presa dijeron que el sector restaurantero se vio rebasado ante el súbito aumento de visitantes, por lo que, al filo de las 17:00 horas, algunos de los locales dejaron parcialmente de ofrecer servicio porque se agotaron los platillos a base de pescados y mariscos.
Las zonas de asadores también lucieron repletas, sobre todo de familias que aprovecharon su día de descanso para preparar la tradicional carne asada.
“Vinimos a pasarla bien con la familia, ya nos subimos al barco, ahora estamos aquí viendo el paisaje así bonito…”
Se espera que el número de visitantes se incremente en las próximas semanas, tras un nuevo pronóstico de lluvias, que se espera contribuyan a que el embalse pueda alcanzar el cien por ciento de su capacidad, producto de los escurrimientos de ríos y arroyos cercanos.
Ya el día de ayer se realizaron trabajos de limpieza en la presa por parte del gobierno municipal de Santiago, ante la expectativa, ya alcanzada, de que acudieran visitantes.