Monterrey. - La Comisión que el Congreso local creó hace 21 meses para atender la crisis hídrica tiene actividad intermitente, a pesar de que la situación se agrava ante la escasez histórica de lluvias.
La última vez que tuvo actividad la Comisión Especial de Atención y Seguimiento a la Crisis del Agua en el Estado de Nuevo León fue el 21 de julio de este año, cuando sus integrantes se reunieron con personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) así como de Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) en la Presa Libertad.
A la intermitencia de la actividad en dicha comisión se le añade la falta de interés de los organismos del agua, estatales y federales, con los que los integrantes han intentado sin éxito convocar, así lo explicó el diputado local, Daniel González, quien la preside.
“Íbamos a tener unas mesas de trabajo, pero por la situación que se ha estado viviendo del ejecutivo hacia el Congreso, se platicó con personas de Agua y Drenaje y de la Conagua, y no traían mucho interés de acudir a las mesas.
“Optamos en el sentido que sigan avanzando en las acciones, y que se vayan viendo posibles soluciones, (...) más no esas mesas, porque nos iban a hacer vacío.”, explicó.
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La Comisión Especial fue instalada en febrero de 2022, y su última convocatoria fue el 21 de julio de 2023 para reunirse con ingenieros de Agua y Drenaje y Conagua en la Presa Libertad. Sin embargo, actualmente no hay fecha para seguir analizando los avances.
La activista social, Liliana Flores Benavides, criticó que estas pugnas preocupan y afectan a la población, y que no solo se limitan a afectar el tema del agua, sino también al de movilidad, contaminación o inseguridad.
“Al haber estos conflictos políticos o de ingobernabilidad, lo que sucede es que no se resuelven los asuntos, porque ante tales gravedades, se requiere el concurso de todos: del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, coordinado con las autoridades municipales y federales”, consideró.
Flores añadió que la falta de lluvias es el problema de fondo de la escasez de agua, y hacen falta medidas, como darles créditos blandos a los agroproductores que usan este recurso en gran cantidad, y así administrar mejor la distribución del líquido.
“Se agrava con una crisis política porque ante estos graves problemas estructurales que tienen muchos gestándose y hay responsabilidad de diversos gobiernos al no haber hecho nada al respecto (...) se requiere el concurso de todos, del legislativo, del judicial coordinado con las autoridades municipales y coordinado con las autoridades federales”, concluyó.