Monterrey. - Los pinos naturales de Navidad son una opción ecológica y satisfactoria para algunas familias neoleonesas, ya que mencionan a los comerciantes, que expiden un olor particular que los hace sentir mejor.
Mauro Valdéz, proveniente de Laguna de Sánchez, lleva 25 años cultivando y vendiendo pinos de navidad en esta temporada en la Feria del Pino en Garza Sada, en su puesto Pinos Mauro.
Explicó que el negocio no solo consiste en vender el producto, sino también experiencias, ya que, dijo, hay clientes que vienen de generación en generación cada temporada navideña.
“Venían solteros, se casaron y ahora vienen con sus hijos a comprar pinos. Es una tradición muy bonita ver a esos clientes que vienen desde hace mucho tiempo y te siguen buscando aquí”, declaró.
Los pinos tienen diferentes precios que varían por tamaño y están etiquetados con tres colores: rojo, amarillo y verde.
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La primera etiqueta es la más pequeña, que va desde mil pesos con una altura a partir de 1.50 metros; la amarilla es la mediana con un precio desde mil 200 con dos metros de altura y la verde, la más grande con un costo desde mil 400 con 2.50 metros de alto.
Valdéz explicó que los pinos tardan entre siete a 10 años en crecer, pero contrario a lo que se piensa, el producto que se vende está destinado a cultivo, es decir, no van a talar los montes ni dañar la flora silvestre de la zona.
El productor añadió que, a comparación de los pinos de plástico, los naturales son amistosos con el medio ambiente, ya que cuando termina la temporada, se aprovecha la madera para hacer aserrín y no contamina como lo haría uno de plástico.
Además de los pinos, están las nochebuenas. Otro de los árboles que también se venden son las tradicionales nochebuenas, las cuales a comparación de los pinos tardan cinco meses en cultivarse.
Iván Bajonero, comerciante de nochebuenas, explicó que en Nuevo León no existe una producción significativa de nochebuenas, por lo que las flores se tienen que importar de estados del centro del país como Michoacán y Estado de México.
“Pues más que nada para todos los lugares, en todo el país he visto, es lo normal. Es una tradición la nochebuena y se acostumbra a comprar para adornar o decorar las casas”, detalló sobre los usos más regulares que les dan los clientes.