Monterrey.- El Síndrome de Down siempre ha formado parte de la condición humana, en todo el mundo, y, por lo general, tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
Be U Inclusive Place es un lugar recreativo para los niños donde pueden acudir para divertirse, hacer deporte y además cuentan con servicios de estimulación temprana, terapia de lenguaje, reconocimiento de emociones, entre otros.
“Es muy importante que como sociedad comencemos a celebrar la diversidad que existe hoy en día en la comunidad, no únicamente celebrar estas fechas, sino ser una comunidad más inclusiva”, dijo la maestra Lizeth Briones.
Esta institución tiene como objetivo brindar apoyo, enfocándose en las capacidades de cada menor para potencializar las habilidades que pueden llegar a poseer, con sus ejercicios contribuyen a la motricidad gruesa, fina, equilibrio, flexibilidad y a la sociabilización.
“Para mi sinceramente sí fue un shock, viví unos meses pesados, pero me di cuenta con el tiempo que fue ignorancia mía del tema, mi esposo desde el principio estuvo como si nada, pero yo tenía mucho miedo de lo que uno cree de las condiciones y con lo que crecemos creyendo, pero cuando te toca tenerlo tan de cerca, a mi David, solito me fue quitando el miedo”, señaló.
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Cada 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, por un decreto establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La elección de la fecha de esta efeméride es debido al proceso de división genética denominado Trisomía 21, que da origen a esta condición en algunas personas. Así, el día 21 del mes tres del año se usa para simbolizar esa trisomía y dar visibilidad a las personas que conviven con ella.
“Yo lo que le digo a la gente es que no duden y no les den la espalda a los niños con Síndrome de Down porque la verdad es que ellos pueden lograr todo, a su ritmo, pero lo logran, ellos van creciendo a la par y la verdad que, si he visto un avance en mi hija desde que entramos a Be U”, dijo Samantha de León.
Las personas con Síndrome de Down no deben ser objeto de caridad, sino que se les deben reconocer sus derechos y acceder a las mismas oportunidades que los demás.
“Que se den la oportunidad de darse cuenta de que las personas con Síndrome de Down son como cualquier otro niño, puede hacer muchas cosas, darse uno la oportunidad de saber que no somos distintos, somos iguales”, agregó Marcela Velázquez.