Monterrey.- Para reducir su huella ecológica, las grandes empresas deben servirse de la tecnología –estrategia conocida como inteligencia ambiental–, y no sólo para disminuir sus propias emisiones contaminantes, sino para descarbonizar por completo su cadena de suministro, coincidieron líderes del sector industrial.
De acuerdo con los industriales que expusieron al respecto en el Reunión Anual de Industriales, en Cintermex, estas estadísticas pueden mejorarse a través de una herramienta clave, la inteligencia artificial.
Un ejemplo de esto sería aplicar la IA para reducir el 30 por ciento de alimentos que hoy se desperdician al no llegar nunca a la mesa del consumidor, puntualizó Francisco Suárez, director de Asuntos Públicos de Femsa, en medio del evento organizado por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
“Hay un término que se está usando: inteligencia ambiental. Un dato muy duro es que el 30 por ciento de los alimentos que se llevan a cultivar no llegan al plato de nadie. Entonces, yo creo que con la IA podemos buscar soluciones para reducir estos desperdicios”, dijo Suárez.
Por su parte, el CEO de Siemens, Alejandro Preinfalk, consideró que el cambio climático, la inteligencia artificial y el cambio demográfico son las tendencias del sector actualmente.
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“¿Cuál es mi huella de carbono en la cadena de suministro? es una pregunta clave. ¿Qué más podemos hacer? Economía circular, o sea, alargar la vida útil de los productos, reducir el desperdicio, utilizar cada vez menos materia prima, y minimizar el impacto al medio ambiente.
"Esto se hace a través de tecnologías que permiten eficiencia energética: producir más con menos”, comentó Preinfalk.
En el panel “Retos y oportunidades de las mega tendencias: Industria 4.0 y Desarrollo Sostenible” también participó Marcio Gomes de Aguiar, director de Ventas Corporativas para Nvidia en América Latina y Fernando Ángel González Olivieri, CEO de Cemex.
El pasado 8 de febrero, ABC Noticias publicó que Ternium, en su último reporte de sustentabilidad correspondiente al 2022, reconoció que emite gases de efecto invernadero. Hasta la fecha, la siderúrgica no ha publicado ningún otro informe sobre sus emisiones.