Monterrey. - Al señalar que “la dignidad tiene un precio muy alto y los dignos no aceptan rebajas”, 22 juzgadores y magistrados del Poder Judicial de la Federación en Nuevo León, presentaron su renuncia ante la posibilidad de aparecer en la boleta electoral para intentar conservar su cargo, tal como la marca la nueva reforma.
El acto simbólico “Serví con honor, Declinó con dignidad” fue convocado por el Movimiento de Trabajadores del órgano judicial, pertenecientes al cuarto distrito, con el objetivo de solidarizarse con aquellos empleados que decidieron renunciar en el resto del país, a partir del 31 de agosto del 2025.
Durante su mensaje, la exmagistrada Felisa Díaz Ordaz Vera, indicó que ha sido una decisión muy triste, debido a que no piensan formar parte la nueva selección de titulares conseguida de una forma maliciosa.
“Más de la mitad de los juzgadores de la federación manifestamos nuestra decisión de no participar en la infame elección de titulares conseguida maliciosamente por el grupo en el poder, muchas ilusiones se vieron truncadas, muchos sueños dejaron de ser soñados porque las nuevas condiciones en las que se deberá administrar la justicia resultan muy desalentadoras que obligaron a tomar la decisión que acabará con nuestras carreras”, señalo.
Asimismo, dejó en claro que su renuncia no implica su conformidad con la separación del cargo para el que fue designada originalmente, sin un acto de congruencia y respeto al texto constitucional que hoy nos rige.
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Por su parte, Héctor Guillermo Maldonado, exmagistrado, detalló que está es una renuncia obligada al considerar que la nueva reforma aprobada el pasado mes de septiembre, implica que se ha alterado de manera significativa la reforma judicial.
“Esta decisión se expresa a través de una carta de renuncia formal en la que declinamos la candidatura de magistrados federales y es forzada por la reforma constitucional la cual implica que se altera de forma significativa la carrera judicial”, comentó.
De manera sorpresiva arribó al pronunciamiento en el edificio ubicado en Lomas de San Francisco, el magistrado Antonio Ceja Ochoa, con más de 35 años de carrera, quien también presentó su renuncia al cargo, recibiendo el aplauso de los presentes.
Finalmente, indicaron que conservan la fe en que puedan identificar el tremendo error de la reforma judicial, antes de que sea demasiado tarde y se derrumbe en poco tiempo lo que generaciones se esforzaron décadas en construir.