Monterrey.- El pasado 25 de enero, la empresa Ternium aseguró que las emisiones de su planta en San Nicolás consisten en vapor de agua, pero este es uno de los gases de efecto invernadero más importantes en la tierra.
Aunque la idea de la acerera era aminorar la gravedad de sus emisiones, el vapor de agua desempeña un papel crucial en el calentamiento global y tiene un impacto significativo en el medio ambiente, esto según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A medida que el agua se evapora, se convierte en gas que se eleva a la atmósfera, y una vez ahí, actúa como un aislante térmico, atrapando el calor del sol y evitando que escape hacia el espacio.
El aumento de la concentración de vapor de agua en la atmósfera impacta de diversas formas en el medio ambiente, siendo una de ellas el aumento de las temperaturas globales, provocando sequías y otros desequilibrios climáticos.
Un ejemplo de esto, es que según el Monitor de Sequía de México, 47 de los 51 municipios de la entidad están en fase de sequía o anormalmente secos, incluyendo en estos dos rubros a los ocho municipios metropolitanos.
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Aunado a las emisiones de este gas de efecto invernadero, la planta de Ternium en San Nicolás es un importante emisor de formaldehído, una sustancia química incolora, inflamable y de olor fuerte que a la larga puede traer problemas graves a la salud.
Según el ambientalista Antonio Hernández, quien a través de redes sociales compartió un mapa que muestra las zonas de mayor concentración de esta sustancia, la exposición crónica y a largo plazo de personas a este contaminante, puede ocasionar cáncer o leucemia.
Pese a que en este escenario solo se contempla la planta de Ternium en San Nicolás, no se descarta que esto ocurra también en la ubicada en el municipio de Pesquería, e incluso, en la próxima a construirse en el mismo municipio, que contempla más de 30 actividades de impacto ambiental, entre ellas las descargas al río Pesquería.