Reconoce Fiscalía aumento de secuestros virtuales en Nuevo León

Las llamadas que se reciben en el estado vienen de penales de Tamaulipas y Tabasco; cifra negra llega al 99 por ciento.

Los secuestros virtuales se realizan en complicidad con empleados de hoteles o taxistas.Créditos: Canva
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Monterrey.- Los secuestros virtuales  han tenido un aumento importante, reconocieron funcionarios de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León (FGJNL), y coincidieron con ellos expertos, quienes señalaron que la “cifra negra”, es decir, la que no se denuncia, llega al 99 por ciento en este delito. 

Las llamadas que se reciben en el estado vienen de penales de Tamaulipas y Tabasco, señaló el encargado del Despacho de la FGJNL, Pedro Arce Jardón. 

El funcionario agregó que “sí, en lo que va del año, comparado con relación al mismo periodo del año pasado, sí hay un incremento en ese sentido”. 

Apuntó que una vez que se detecta este delito, primero se solicita la cancelación de la cuenta a donde se exigió realizar algún pago, y la cancelación de la línea telefónica denunciada, para evitar que los casos aumenten como sucedió este 2024. 

“Tenemos identificado que los números que se utilizan para este tipo de llamadas son números de otros estados de la república que provienen de centros penitenciarios de otros estados. Es un tema muy variable, hay una cifra negra”, sostuvo Arce Jardón. 

Al respecto, el especialista Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), señaló que en comparación a las cifras de extorsión presencial que ronda en el país unas 8 mil al año, en el caso del secuestro virtual no hay cifras “constantes”. 

“Las cifras oficiales refieren unas 8 mil extorsiones al año, de llamadas, presencial y otras modalidades. El Inegi reporta 5 mil extorsiones al año. 

“Este tipo de extorsión (secuestro virtual) tiene más de un 99 por ciento de cifra negra, es lo que sabemos en general”, manifestó Rivas. 

El vocero del ONC indicó que los secuestros virtuales se realizan en complicidad con empleados de hoteles o taxistas, quienes aíslan a la víctima y llaman a las familias pidiendo rescate.

Los familiares, al no tener contacto con el afectado, sí creen que se trata de una amenaza real y generalmente acceden a pagar rescate.