Monterrey. – Desde los 16 años José Romero se ha rodeado de palas, cucharas, varillas, concreto, blocks y ha tenido que soportar los intensos rayos del sol, sin embargo, se dice orgulloso de ser albañil.
El hombre contó a ABC Noticias que un día a su corta edad llegó a una construcción y se convirtió en chalán, pero poco a poco su experiencia lo llevó a ser oficial de obra.
Romero refiere que ha construido muchos edificios, pero ninguno es de su propiedad.
“He hecho muchos edificios, aunque ninguno es mío, pero siempre vengo a trabajar con cariño, motivado por sacar a la familia adelante y por aprender cosas nuevas, sí me gusta mucho este trabajo”
Confesó que le hubiera gustado estudiar para arquitecto, pero desde joven tuvo que trabajar para sacar adelante a su familia.
“Llegué a la obra y me metí con los fierreros como ayudante, me enseñé y quedé como oficial y así le he seguido. Aquí no se celebra tanto, pero en el centro si hay más tradición, se trabaja medio día, esperemos ahora festejar con un chicharrón, unas carnitas y hasta unas cheves.
“Hasta los Ingenieros se ponen a pistear, pero porque piden permiso, porque siempre estamos echándole ganas y hay que aprovechar que tenemos trabajo y agradecer que tenemos salud para realizarlo”, señaló Romero quien agregó que el trabajo y la familia son las cosas más importantes.
El factor económico también influye, debido a que dependiendo de los proyectos y la destreza del trabajador va incrementando la paga.
Otro aspecto fundamental es el ambiente en las obras, donde el compañerismo, el compartir el lonche, hasta jugar en los recesos e incluso durante el turno motivan a los miembros de esta importante industria a redoblar los esfuerzos durante las largas jornadas.
“Pues nos miramos a diario y nosotros mismos nos motivamos, porque la casa y aquí se vuelve casi lo mismo y te vuelves familia”, agregó Romero.
Además de llevar a cabo una misa dentro de la iglesia católica, en las obras de construcción los trabajadores acostumbran a festejar este día con una comida que en la mayoría de las ocasiones (o por tradición), es pagada el encargado de la obra.
La Cruz, un símbolo del albañil
La Cruz se convirtió en la patrona de los albañiles. Estos trabajadores acostumbran colocar una cruz adornada con flores naturales o de papel en la parte alta de los edificios o casas en construcción.
Para Antonio Díaz, este trabajo lo ayudó a mejorar su vida y ayudar a sus papás cuando estaban enfermos durante la pandemia.
Contó que ya había trabajado en una planta de metales en Apodaca, pero le tocó un recorte y se refugió en la albañilería.
“En la pandemia por ser de los nuevos me tocó el recorte, pero un amigo me invitó a jalar y es lo que llevó, ando de ayudante de media cuchara, pero gracias a Dios hemos tenido un buen de trabajo”, comenta.
Actualmente, la industria de la construcción de Nuevo León se encuentra en el primer lugar nacional, en gran medida por el nearshoring.
En enero en el último reporte del Inegi hubo un 94 por ciento de productividad en obra privada y solamente un 6 por ciento en obra pública, indicó Roberto Macías Quintanilla, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, delegación Nuevo León.
Mejora el panorama de salario mensual:
- Ayudante (de 1,500 a 2,300 y hasta 2,500)
- Media (de 2,800 a 3,000)
- Oficial (de 3,500 a 4,500)