Monterrey. – Darius, un perrito criollo cruza de pastor alemán que estaba sin agua, alimento ni un espacio para protegerlo de las inclemencias del tiempo, fue rescatado este jueves y su tutor tuvo que enfrentar la justicia cívica.
Fueron Elementos de Protección Civil Municipal, de la Policía y de la Coordinación de Salud y Bienestar Animal quienes acudieron a la colonia Caracol en Monterrey para salvar al canino, que fungía de guardián de un lote.
Esta acción se registró luego de una orden emitida por una Jueza Cívica municipal, después de que el propietario incurriera en una falta administrativa al Reglamento de Bienestar Animal al no garantizar los cuidados necesarios para la vida digna de su mascota.
Lo anterior, a pesar de que ya se había comprometido en una audiencia oral, por lo que se ordenó la intervención de la autoridad, además del procedimiento sumario oral de justicia cívica en favor del bienestar animal, explicó el director de Justicia Cívica municipal, José Antonio Gómez Villarreal.
“A través de quejas que los ciudadanos emiten a Dirección de Salud, ellos llevan a cabo un procedimiento interno, en el cual, pues, verifican si el animal está siendo vulnerado conforme a lo que establece el reglamento, si es así, tratan de mediar en sitio con ellos y concientizarlos de los cuidados que deben de tener con los animales.
“En caso de que no tengan éxito, la misma dependencia hace suya la queja, y nos la remite aquí a Justicia Cívica, donde nosotros citamos a los ciudadanos a que comparezcan y tratar de llegar a un acuerdo”, detalló el funcionario.
Al no mejorar las condiciones para la estancia de Darius, al tutor se le aplicó una sanción económica de 50 cuotas, equivalente a 5 mil 428 pesos, donde en respuesta, ofreció dar en adopción al perro, sin embargo, también incumplió.
Debido al incumplimiento del acuerdo, la Jueza ordenó a la Dirección de Salud Pública Municipal rescatar al perro para su atención médica y posterior puesta en adopción.
Tras el rescate, Darius fue trasladado al Centro de Bienestar Animal, Academia y Adiestramiento de Monterrey, en el interior del Parque España, donde le detectaron síntomas de inicio de golpe de calor, condición corporal baja y falta de aseo, y estimaron que tiene entre tres y cuatro años de edad.
En esas instalaciones, el lomito recibió atención médica y será adiestrado para ser puesto en adopción, donde la familia que lo reciba tendrá un animal de compañía debidamente alimentado, vacunado y capacitado para socializar y dar mucho cariño.