Monterrey. - El reciente paso de Alberto por Nuevo León hizo revivir la memoria de Alex, uno de los huracanes más devastadores de la historia de la entidad.
Fue el 30 de junio de 2010 cuando el fenómeno meteorológico tocó, por segunda vez, tierras mexicanas. Si bien su llegada fue casi imperceptible en Yucatán, en comparación, su fuerza fue incontenible al entrar al noreste del país por Tamaulipas.
Para una generación de regiomontanos, los ríos y arroyos desbordados pertenecían a los registros videográficos del huracán Gilberto, de 1988. Quienes vivieron ambos, tal vez, llegaron a escuchar sobre las inundaciones de 1909.
Sin embargo, Alex lo superó, a excepción de las pérdidas humanas, pues el primero cobró 200 vidas.
De los tres estados alcanzados, Nuevo León se llevó la peor parte. Con un ojo de 900 kilómetros de diámetro, vientos de 175 kilómetros por hora, y un acumulado de 867.25 milímetros, sus estragos se tradujeron en 15 fallecimientos, pérdidas económicas millonarias y unos 15 mil 800 hogares damnificados. Durante dos días y medio, las precipitaciones equivalieron a dos años de lluvia para la entidad.
Los daños en las calles y avenidas, los cauces con volúmenes históricos, el resquebrajamiento de parte de la avenida Constitución, vehículos arrastrados y apilados por la corriente en plena calle, la desaparición de la escultura de la Virgen de Guadalupe, la destrucción total del mercado y las áreas de esparcimiento en el Río Santa Catarina, la falta de agua y electricidad, son solo parte del recuento.
Y, volviendo al pasado, de no haberse construido la cortina Rompepicos luego de Gilberto, la historia sería diferente, pues la caída de agua en la zona serrana fue contenida ahí. En su ausencia, se calcula un 35 por ciento en el incremento de las afectaciones por Alex.
De acuerdo con información del Gobierno Federal, ese año fue el más costoso para el país en el rubro de desastres naturales, incluso por encima del sismo del 19 de septiembre de 1985.
Además del huracán, ocho ciclones más azotaron a los mexicanos, un hecho que tenía casi cuatro décadas sin presentarse. Por ello, las reparaciones ascendieron a 92 mil millones de pesos en total.
Solamente Alex “costó” a la Secretaría de Gobernación 21 mil millones de pesos, y ocasionó que se declarara zona de desastre en 118 municipios nuevoleoneses, 171 mil hectáreas de cultivo quedaron inservibles, se registraron 31 mil casas y mil 769 escuelas afectadas por las lluvias y el viento.
Hoy, 14 años después, muchos pueden preguntarse qué estaban haciendo en aquella fecha, y cuáles han sido los avances y resultados hasta ahora, durante una nueva temporada de lluvias.