'Espanta' obra de Línea 6 a clientes de los negocios

Comerciantes ubicados a un costado de la construcción del Metro, en la avenida Prolongación Madero, claman por auxilio ante la caída de sus ventas.

De acuerdo con comerciantes, las largas filas en la zona son a diario.Créditos: Víctor Hugo Valdivia / ABC Noticias
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Monterrey.- La construcción de la Línea 6 del Metro en la ciudad ha traído un dolor de cabeza para los comerciantes de la zona. 

Y es que el tráfico, el ruido, la reducción de carriles y el polvo que generan los trabajos de la construcción han contribuido a bajar las ventas hasta en un 70 por ciento. 

Locatarios de la avenida Prolongación Madero y Miguel Alemán, en límites de Monterrey y Guadalupe, estiman que los clientes han disminuido durante el 2024. 

Principalmente por la cantidad de vehículos que transitan en la zona, lo que hace más difícil la conducción y el ingreso a los estacionamientos, y complicando la llegada y partida de los empleados por medio del transporte público. 

Hace tres meses, por ejemplo, no había un día de mayor actividad, en términos generales. Ahora, solamente sábados y domingos las ventas regresan de manera paulatina, a pesar del reciente cierre del carril exprés de la avenida Constitución. 

Obras de la Línea 6 del Metro. 
Créditos: Víctor Hugo Valdivia / ABC Noticias. 

“Se quejan por el tráfico que hay en las avenidas aledañas y la poca disponibilidad de accesos. La mayor parte de los clientes, para evitar el tráfico, prefiere pagar el envío, que genera pérdidas o gastos. 

“Nosotros tuvimos que contratar a una agencia externa para hacerlo. Se hace media hora de aquí a la esquina”, refiere José González, encargado de venta de insumos. 

González labora cerca de uno de los tramos más conflictuados: el cruce con la avenida Churubusco, donde convergen los automovilistas en 10 posibles sentidos, y frecuentemente se obstruye el paso cuando estos avanzan mientras el semáforo está a punto de cambiar a luz preventiva, causando embotellamientos. 

Obras de la Línea 6 del Metro. 
Créditos: Víctor Hugo Valdivia / ABC Noticias. 

En ese punto, el automovilista puede tardar media hora en cruzar un tramo de 300 metros que, de recorrerlos caminando, tardaría menos de 10 minutos. “Han disminuido bastante las ventas. 

Tenemos los reportes del año pasado, y yo creo que la sucursal sobrevive más gracias a los pedidos para llevar porque aquí hay mucha tierra, polvo y tráfico. 

“La venta el año pasado (de enero a abril) fue de $841 mil 900 pesos. Este año es de $720 mil”, refiere Miriam Carrizales, gerente de Catrinas Chilaquiles. 

Abraham Medina, empleado de Starbucks, estima que las ventas diarias han caído hasta en un 70 por ciento. Lo más complicado, asegura, ha sido mantener la modalidad del drive thru, ya que los clientes se retiran al ver las filas. 

Los problemas empiezan en el cruce de Prolongación Madero y Pablo A. de la Garza, frente a uno de los accesos al Parque Fundidora, y se extiende hasta el cruce de Miguel Alemán y Las Américas. 

Obras de la Línea 6 del Metro. 
Créditos: Víctor Hugo Valdivia / ABC Noticias. 

Así, los tiempos de traslado se alargan hasta 40 minutos extra, cuando hay eventos, conciertos o convenciones, ya sea en el Parque o en Cintermex. Sostienen que ya no existen las “horas pico”, pues los congestionamientos se presentan prácticamente a cualquier hora del día, incluso en fin de semana. 

Juan Bautista Martínez, gerente del restaurante Vancouver Wings, compartió para ABC Noticias que han sufrido percances relacionados con las obras. 

Además, deben subir el volumen de la música en el restaurante para competir con el ruido de la maquinaria pesada. 

Melanie Martínez, empleada del negocio El Puertecito, cuenta que ahora deben dedicar más tiempo a la limpieza debido a las corrientes de aire que levantan la tierra de las excavaciones. 

Sin embargo, para Abraham Castellanos, subgerente de la pizzería Little Caesar’s, sí puede haber beneficios en algunos giros, pues el restaurante de comida rápida ha recibido a más clientes luego de que iniciaran los trabajos de construcción. 

Ricardo Sánchez, encargado de una tienda Waldo’s, dice no confiar en que los usuarios del Metro hagan sus compras antes de ingresar, o al salir de la terminal. 

“No nos van a ver. Nos van a pasar por encima”, asegura, luego de comentar, que en múltiples ocasiones los cajones de estacionamiento que se encuentran ocupados al exterior del comercio son utilizados por los trabajadores de la obra. 

“Se hace tráfico hasta en domingo, la gente prefiere no venir. Tenemos estacionamiento, pero son los trabajadores los que lo usan, y eso es lo más molesto. Yo creí al principio que con los empleados iba a incrementar la venta, pero no, al contrario. Estamos perdiendo 40 o 50% de clientes, en comparación con los meses pasados”, lamenta.