Nuevo León.- Aunque ya pasó un año desde que el Gobierno del estado anunció el inicio de la ampliación de la Carretera a Dulces Nombres, la vía sigue siendo un foco de problemáticas viales y los usuarios deben soportar el tráfico encapsulado en sus únicos dos carriles.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad y Planeación Urbana, en julio del 2023 empezarían las obras. Posteriormente, cambió la fecha para finales del año pasado. Y a 12 meses no se han dado los cambios, y los embotellamientos, choques y hasta atropellos siguen siendo el pan de cada día.
Si bien hay pocos semáforos, estos no ayudan a desfogar los embotellamientos, puesto que en muchas ocasiones se encuentran sin funcionar, y el efecto es el contrario.
Por otra parte, no existen pasos peatonales y quienes se trasladan a pie, deben sortear a los autos.
“La división de Apodaca, Pesquería, Juárez y Guadalupe hace mucho tráfico, más que nada porque es muy lento, hay mucha gente que va para esos municipios. Muchas veces hay atropellos y choques, no hay ningún puente peatonal, el semáforo a veces agarra y a veces no”, explicó Mónica Patricia Navarro, quien labora en la zona.
Trabajando en una gasolinera en la mencionada vialidad, Daniel Gámez coincide en que ha contabilizado múltiples siniestros viales.
“Yo pienso que se hace (el congestionamiento) por los tráileres de la Autopista, se hace un solo carril, los camiones grandes se pasan el rojo y es un desorden. A cada rato hay accidentes, y si chocan se hace más el ‘trafical’, a la gente le vale y se pasa sin precaución”, dijo.
Fuera de las horas de mayor afluencia por la mañana y al caer la tarde, la vialidad se complica a partir de las 14:00 horas, ya que en dirección de este a oeste los conductores avanzan “a vuelta de rueda”.
Los dos carriles forman “un pico de botella” en el puente que atraviesa la Autopista de Cuota hacia el Aeropuerto. Por ello, algunos deciden “crear” previamente un tercer carril, saliendo del flujo vial por terracería, para evitar el tráfico.