Llaman a no alarmarse por desfogues de las presas de Nuevo León

El hidrólogo Víctor Hugo Guerra explicó que, cuando se construye una presa, se corta el movimiento natural del agua, así que no es necesariamente negativo que el excedente se envíe aguas abajo.

Créditos: Luis Mendoza / ABC Noticias
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Monterrey.- La preocupación por el agua de las presas de Nuevo León que se va al mar con los desfogues ya no tiene razón de ser ahora que el sistema de bombeo de Cerro Prieto volvió a funcionar, aseguran especialistas, pues con los embalses llenos, se debe cumplir el ciclo normal del líquido.

Y es que cuando Cerro Prieto fue desfogada por primera ocasión, del 19 al 30 de julio, ni una gota de esta presa estaba llegando a la ciudad, razón por la que era preocupante que su excedente dejara de ser apto para consumo humano con la apertura de la compuerta.

El problema no radicaba en la operación por parte de la Comisión Nacional del Agua, sino en la tardanza de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey en reanudar las extracciones en el acueducto del embalse linarense.

Un total de 57 días es lo que le tomó a la paraestatal que encabeza Juan Ignacio Barragán reparar el sistema de bombeo de Cerro Prieto, por lo que este recurso permaneció más de dos meses sin poder llegar a la ciudad y, en su lugar, estuvo a punto de ser enviado a las aguas saladas de la Laguna Madre, en el estado de Tamaulipas, y finalmente al Golfo de México, es decir, al Océano Atlántico.

Posteriormente, el pasado 16 de agosto, el acueducto volvió a suministrar líquido a los regiomontanos, de manera que, si sigue sobrando agua, resulta lógico que por seguridad se abra su compuerta, al igual que las de los otros dos embalses, El Cuchillo y La Boca.

En entrevista para ABC Noticias, el hidrólogo Víctor Hugo Guerra explicó que, cuando se construye una presa, se corta el movimiento natural del agua, así que no es necesariamente negativo que el excedente se envíe aguas abajo.  

“Con la circulación natural del agua en el planeta, a través del ciclo hidrológico, se forman ríos, se forman arroyos y el agua da nuevamente al mar. Ese es el movimiento natural del agua.

“Al momento en que nosotros hacemos una presa, nosotros estamos cortando ese movimiento del agua. Lo hacemos para tener agua potable, para agricultura, etcétera, pero naturalmente el agua se va al mar”, dijo el experto.

Inclusive, el permitir en ocasiones que el agua de las presas regrese al mar podría ser benéfico tanto para los ecosistemas como para el sector agrícola y pesquero, según el hidrólogo Alfredo González.

“La Laguna Madre es una zona pesquera muy importante, o sea que de alguna forma va a tener que aprovechar el agua para eso o para fines agrícolas”, comentó el especialista.

El pasado 16 de julio, ABC Noticias publicó que debido a que el acueducto de Cerro Prieto permanecía sin funcionar, el almacenamiento del embalse se encontraba al alza, y que su excedente iría a parar a la Laguna Madre, por lo que expertos coincidieron en que Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey debía terminar a la brevedad las reparaciones.