Monterrey.- En Nuevo León, la creciente demanda de vivienda para atender a la fuerza laboral atraída por el nearshoring se topa con una menor oferta inmobiliaria, lo que dispara los precios, señalaron expertos.
Durante el Foro ABC “Vivienda y Nearshoring”, realizado ayer en Museo Marco, expertos coincidieron en que el estado tiene grandes espacios industriales que detonan la llegada de empresas extranjeras, pero no hay políticas públicas para desarrollar vivienda accesible y suficiente hacia el largo plazo, además de la problemática de la tramitología.
“Se requiere una gran coordinación a nivel federal, estatal y municipal, así como toda la gente que participa en la parte financiera”, dijo el presidente de la Cámara estatal de la Vivienda, Canadevi, Javier Treviño Garza.
“Las viviendas se construyen donde se puedan construir y donde creemos que la gente las requiere”. Sin embargo, dijo, “estamos en un proceso de transición tanto en el tipo de vivienda como en la ubicación de la vivienda, lo que requiere coordinar a bastante gente.
“El estado es el que podría liderar un plan de vivienda, pero no sólo para el sexenio en turno, sino con una visión a largo plazo, 10, 15 o 20 años”, planteó Treviño.
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El ejecutivo aseguró que el déficit de vivienda en el estado es “abismal”, pues hay 700 mil derechohabientes en Nuevo León, es decir, personas que tienen empleo formal y cotizan en Infonavit, pero que no han tenido un crédito, “es demasiado”, dijo, al referir que anualmente se colocan solamente entre 28 mil y 35 mil créditos “en los años buenos eran 50 mil”.
Bernardo Sada, el líder de la Caprobi, cámara que agrupa a los propietarios de Bienes Raíces en el estado, mencionó las trabas que existen para el desarrollo de vivienda, las cuales favorecen que haya escasez, así como que los precios se vayan al alza.
“Todos los costos indirectos y el tiempo cuesta. Una persona que no revisa el expediente que le toca a la celeridad recomendada, acaba encareciendo la vivienda”, dijo.
Cuestionó a “las dependencias que ponen trabas innecesarias o costos no pensados, hasta quienes diseñan los planes de desarrollo urbano que no están orientados a la optimización”, ya que esto impide que la oferta de vivienda mejore.
Otros panelistas fueron María Teresa Cedillo Salazar, directora de la Facultad de Arquitectura de la UANL; Antonio Ramón Elizondo, presidente del Cluster de Vivienda en Nuevo León; Juan Manuel Escobedo, presidente AMPI Monterrey, y Gabriel Todd, urbanista y experto en movilidad.