Monterrey.- La reciente captura de un Pez Diablo en la Presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, Nuevo León, ha encendido las alertas entre pescadores, ambientalistas y autoridades.
El hallazgo fue compartido en redes sociales por un pescador identificado como Carlos Tijerina, quien mostró imágenes del ejemplar que provocaron preocupación sobre los efectos negativos de esta especie invasora.
¿Por qué es peligrosa su aparición?
El Pez Diablo es una especie invasora con gran capacidad destructiva, capaz de alterar los ecosistemas acuáticos donde se instala.
Se alimenta de los huevos de especies nativas, como la lobina negra y la tilapia, lo que amenaza directamente su reproducción y supervivencia.
Además, al no tener depredadores naturales en México, puede reproducirse sin control, lo que facilita su rápida reproducción.
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Los expertos también alertan sobre la alteración de la química del agua, causada por la coraza mineralizada del pez, que afecta los ciclos naturales y la calidad del hábitat de otras especies.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León advierten que esta especie ya ha causado estragos en otros países, como Puerto Rico, donde su presencia provocó daños masivos a la fauna local.
¿Qué problemas genera para los pescadores y el ecosistema?
El Pez Diablo no solo afecta a la fauna nativa, sino que también representa un desafío para los pescadores.
Su piel gruesa y cubierta de espinas dificulta su captura y procesamiento, dañando redes y equipos.
Además, al remover el fondo de los cuerpos de agua, genera erosión y turbidez, afectando la calidad del agua y el hábitat de otros organismos.
¿Qué hacer si se captura un Pez Diablo?
Autoridades como PROFEPA, CONAPESCA y Parques y Vida Silvestre de Nuevo León recomiendan no devolverlo al agua. En caso de captura, debe retirarse del cuerpo de agua, sacrificarse y disponer correctamente, enterrándose o entregándo se a programas de aprovechamiento.
También es vital reportar su avistamiento a las autoridades locales para monitorear su expansión; los teléfonos de contacto en Nuevo León son 8116087514 y 8120331218.
La aparición del Pez Diablo en la Presa La Boca sirve como recordatorio de la importancia de proteger los ecosistemas locales y evitar la liberación de especies exóticas. Su impacto puede ser devastador para el equilibrio ambiental de la región y la supervivencia de especies acuáticas nativas.
