Monterrey.- La Alameda Mariano Escobedo se ha transformado en un punto de encuentro clave para migrantes provenientes de distintos estados de la República Mexicana.
En este espacio, la cultura y la gastronomía de diversas regiones del país convergen, ofreciendo a los visitantes una experiencia única de sabores y tradiciones.
Decenas de puestos han tomado las calles de la Alameda, sirviendo platillos típicos de lugares como San Luis Potosí, Veracruz y Oaxaca.
Desde las tradicionales enchiladas potosinas y el zacahuil —un tamal de gran tamaño característico de la región huasteca— hasta las crujientes tlayudas o los volovanes veracruzanos, la oferta culinaria es variada y auténtica.
Este fenómeno ha despertado la curiosidad de los regiomontanos, quienes cada vez más se acercan a estos puestos en busca de nuevas opciones gastronómicas.
Además de deleitarse con los sabores de otras regiones, los visitantes tienen la oportunidad de conocer más sobre la historia y costumbres de los migrantes que han llegado a la ciudad en busca de nuevas oportunidades.
La Alameda Mariano Escobedo no sólo representa un punto de reunión para quienes han dejado su lugar de origen, sino que también se ha convertido en un puente cultural que enriquece la diversidad de Monterrey a través de la gastronomía
