Monterrey.- En el marco del Día de las Madres, integrantes del colectivo Fuerzas Unidas por nuestros desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) colocaron cuatro mantas en el Puente del Papa para visibilizar la lucha de las mamás por encontrar a sus hijos.
Alrededor de las 08:15 horas de este 10 de mayo, ocho integrantes se dieron cita a este puente peatonal que cruza el Río Santa Catarina para instalar las mantas con las frases: "¿Dónde Están?", "Las Madres No Se Rinden", "Más de 127 mil Desaparecidos" y "10 de mayo nada que celebrar".
Las mantas fueron colocadas en el sentido de que los conductores que circulan por Constitución y Morones Prieto puedan verlas.
"Sólo haremos la colocación de mantas con el mismo mensaje que se está llevando a nivel nacional, que es que las madres no se rinden, las madres llegarán a la verdad. Desde hace más de una década tenemos casos.
"Desde hace 13 años Fundenl está organizado y hemos hecho de todo por buscarlos, encontrarlos, sin embargo, seguimos sin verdad y sin justicia", dijo Angélica Orozco, miembro del colectivo.
Por su parte, en la explanada de la Fiscalía General de Justicia, las asociaciones Buscadoras de Nuevo León y Amores de Nuevo León formaron un corazón con ramos de flores y en el centro colocaron fotografías de sus familiares desaparecidos.
Las madres de familia portaron pancartas con las siguientes consignas: "10 de mayo sin celebrar, me falta mi mamá" o "10 de mayo, nada que festejar si mis hijos no están".
Día de las Madres entre flores y nostalgia en el Panteón Dolores
Cada 10 de mayo, mientras en todo el país se celebran a las madres entre flores, música y restaurantes llenos, hay quienes viven esta fecha desde el recuerdo, la nostalgia y el homenaje silencioso.
Así ocurre año con año en el Panteón Dolores, en el centro de Monterrey, donde las calles se llenan de tránsito y rostros solemnes.
Desde las 10 de la mañana, el cruce de Nicolás Bravo y Aramberri comenzó a registrar un notable aumento de peatones y vehículos. Aunque el movimiento era constante, el ambiente distaba de la alegría habitual: los rostros de muchas familias reflejaban más bien una tristeza compartida.