Monterrey.- Con 40 grados centígrados y el bochorno del mediodía, es como Aglaé Anahí trabaja vendiendo quesadillas en la calle Garibaldi, en el centro de Monterrey.
Aún y con la ola de calor de esta segunda semana de mayo, regiomontanos como Aglaé deben trabajar en el exterior y soportar estas condiciones climáticas para generar ingresos.
Para ella, que tiene dos años trabajando en este negocio, el calor es uno de los aspectos más difíciles de su trabajo, pero es algo a lo que ya está acostumbrada.
“¿Consideras que el calor es lo más difícil de hacer en tu trabajo?”, se le preguntó.
“Pues es que uno se acostumbraba ya al trabajo”, contestó.
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“Pues tienes que ganarte el pan, como quién dice”, se le replanteó.
“Sí, tenemos que trabajar y pues aquí tenemos que estar”, reafirmó.
Para su fortuna, el punto donde preparan las quesadillas está instalado en la sombra, pero eso no evita que se establezca el entorno del calor extremo.
Con ropa ligera y un mandil, Aglaé y sus compañeras sacan adelante las ventas de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche, y el esfuerzo de esta semana tendrá que ser al doble, pues no solo deben soportar lo caliente del clima, sino también de la plancha donde cocinan este platillo tradicional mexicano.
“Ya como a partir de las 11 de la mañana es cuando se empieza a pegar aquí toda la luz y se siente bien feo el bochorno y todo”, respondió.