Monterrey.- Aunado a la escasez de personal y la carga burocrática, el transporte público enfrenta una creciente competencia por parte de empresas privadas que captan a los choferes apenas concluyen su formación.
Concesionarios de los camiones verdes, identificados como parte del sistema Muevoleón, denuncian esta problemática que hace que los operadores opten por brindar el servicio privado, ya que les ofrecen mejores salarios y prestaciones más atractivas.
Esta migración representa una pérdida directa para los concesionarios, quienes además de operar las unidades, invierten tiempo y recursos en la capacitación de los operadores.
Según explicaron transportistas consultados, el proceso de formación incluye una preparación inicial de un mes en los patios de los concesionarios, seguida por una capacitación formal en el ICET, con un costo de $1,800 pesos por operador.
A pesar de esta inversión, muchos choferes desertan poco después de concluir su adiestramiento.
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“Si aquí pagamos $10,000 pesos (ejemplo), otra empresa ofrece $15,000 y se los lleva. No hay un esquema de retención. Hemos ido aumentando los sueldos, pero no podemos competir contra empresas grandes con mayor capacidad logística”, señaló un empresario concesionario que pidió no ser identificado.
La alta rotación de personal impide consolidar plantillas estables y obliga a reiniciar el ciclo de capacitación una y otra vez, generando gastos continuos sin resultados sostenibles.
Fuentes de la Secretaría de Movilidad confirmaron que un porcentaje significativo de los operadores capacitados no se incorpora al sistema estatal.
La principal causa es económica: las empresas privadas, en especial las dedicadas al transporte de carga, ofrecen sueldos más elevados y mejores condiciones laborales.
“Del total de choferes capacitados, el 50% abandona el sistema en muy poco tiempo. Muchos son contratados por compañías de transporte de carga donde los salarios y prestaciones son superiores”, indicó la fuente consultada.