Oaxaca.- Rosario, de 14 años de edad, ha tenido una vida bastante difícil desde que nació, vivía entre animales muertos y es pepenadora de basura, sin embargo, cuando intentó salir adelante, acudió a su prima, quien hizo un trato con un joven de 19 años de edad, haciendo el cambio de la adolescente por un marrano, un guajolote y 500 pesos.
La adolescente, que es analfabeta, sufrió de abusos constantes por parte del joven que la había ‘comprado’, "me hacía daño, me violaba, me hacía bien feo, me golpeaba".
Ante este hecho, Rosario decidió huir del lugar donde habitaba con el adolescente de 19 años y se refugió junto a su hermana y su abuelita, quien le enseñó a salir a pepenar por las calles de Oaxaca.
Rosario ha tenido una vida complicada, ya que su madre fue asesinada a golpes por su padre, por lo que su abuela fue quien se hizo cargo de ella y su hermana.
"Las niñas se quedaron huérfanas, yo las crié, la mamá trajo golpes cuando vino a visitarme, yo nunca pensé que justo iba a morir cuando llegó, todavía la llevé al hospital, pero ya no se pudo y murió", dijo su abuelita.
Sin embargo, la vida sólo se ha puesto más difícil con el pasar del tiempo. Este miércoles 8 de febrero se informó que la vivienda donde permanecía con su hermana y abuela se incendió.
Debido al siniestro, la abuela tenía quemaduras en todo el cuerpo y falleció por asfixia, su hermana Gabriela fue reportada delicada y ella, Rosario, está grave con quemaduras en el 100 por ciento de su cuerpo.
Fueron vecinos de las tres mujeres quienes reportaron el incendio de esta vivienda que almacenaba pet y cartón, mismo que vendían para conseguir algo de dinero y poder sobrevivir el día a día.
Los trabajos de rescate duraron aproximadamente 40 minutos, donde se logró sacar del lugar a Gabriela y Rosario con vida, sin embargo, su abuela falleció en la vivienda.
Se presume que Rosario se encuentra grave por las quemaduras que además afectan sus vías respiratorias, actualmente está en coma.
Su hermana, Ana Gabriela, tiene quemaduras de primer grado en la mitad de su cuerpo, no obstante, estas heridas no ponen en riesgo su vida.