Masacre en Chicomuselo: ¿Cómo fue el ataque del CJNG a la familia chiapaneca?

Señalan que el grupo armado responsable del ataque fue 'El Maíz', que utilizó drones y explosivos en la agresión a la comunidad.

Isidra e Ignacio, dos de los asesinados en Chicomuselo | Especial
Isidra e Ignacio, dos de los asesinados en Chicomuselo | Especial
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Tuxtla Gutiérrez. – La comunidad de Nueva Morelia, Chicomuselo, en Chiapas, está consternada por la masacre orquestada por un grupo armado que dejó múltiples víctimas, ellas pertenecientes a una familia, el pasado 12 de mayo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas agregó que el ataque ocurrió luego de una serie de enfrentamientos entre presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, que están en constante conflicto por adueñarse de ciertas zonas sureñas.

La familia víctima de la agresión armada era liderada por Ignacio, un catequista de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, que pasados los días ofreció más detalles de lo sucedido aquel fin de semana.

¿Cómo fue el ataque del grupo armado a la familia chiapaneca?

La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas señaló que el pasado 12 de mayo, alrededor de las 17:30 horas, a la comunidad antes mencionada ingresó una facción del Cártel Jalisco Nueva Generación, esta llamada ‘El Maíz’.

Según la sede episcopal, los criminales irrumpieron en la zona porque la familia de Ignacio se había negado a apoyar al CJNG, aunado a que “resistían la violencia de los grupos criminales que se disputan el territorio”, escribió la Diócesis.

A base de drones y explosivos, los miembros de ‘El Maíz’ dieron muerte a la familia, compuesta por el propio Ignacio, su esposa Isidra, su hermana Rosalinda, su cuñada Tere y su padre Alfonso.

También fue asesinada Yohari Belén, de 18 años, sobrina de Ignacio, y dos integrantes más que fueron identificados como Urbano y Brandi, todos ellos sepultados el 16 de mayo.  

“Estas mujeres y hombres se resistían a dejar sus hogares a pesar de la violencia, amenazas y hostigamiento de los grupos criminales a sumarse a sus filas, su resistencia a ser libres y a favor de la vida, la paz y la justicia (...)”, escribió la Diócesis.

Luego de esta agresión, la célula criminal siguió su rumbo hacia las comunidades de San Francisco Las Palmas, El Rosario y Las Brisas, donde chocaron con grupos de autodefensas y el Cártel de Sinaloa.