Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, dijo que el diálogo sobe la reforma al Poder Judicial está abierto y se realiza en la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.
Las declaraciones de Sheinbaum son en respuesta a la petición que este lunes realizó la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, en la que hizo un llamado al diálogo a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.
“La iniciativa fue enviada al Congreso, particularmente a la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores a propuesta, decidió abrir este parlamento abierto y ahí es donde se está haciendo o abriendo el diálogo con ministros de la Suprema Corte, magistrados, entonces sobre la reforma judicial pues es el espacio de diálogo que ya está abierto”, dijo.
Sostuvo que, incluso, Norma Piña ya participó en uno de los diálogos de la reforma judicial y que no es que se cierren a hablar de esta reforma, sino que el debate ya está abierto.
“El diálogo siempre existe, o sea nosotros nunca nos vamos a negar al diálogo, el asunto es que ya está en manos de Legislativo la reforma judicial y por eso se ha abierto la discusión parlamentaria, ella ya participó personalmente en un diálogo, ya hubo este diálogo, entonces esta idea de que hay que reunirse con la próxima presidenta para cambiar una propuesta que ya se presentó, que fue parte del proceso de campaña, pues para eso están los diálogos en la legislación. El asunto es el objetivo que tiene ese diálogo, creo que no nos cerramos al diálogo, pero sobre la reforma judicial está el diálogo del parlamento abierto”.
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Claudia Sheinbaum también reaccionó al señalamiento hecho por Norma Piña respecto a que en caso de que la reforma fuese aprobada, solo llegarían al poder judicial personas menos preparadas, lo cual fue rechazado por Sheinbaum.
Para Claudia Sheinbaum el hecho de que el pueblo elija a los jueces, ministros y magistrados del poder judicial, le da a quien imparte justicia autonomía a la hora de tomar decisiones sin tener que rendir cuentas a ninguna persona del sector privado o del gobierno.
“El pueblo sabe que cuando va a elegir a un juez, a un magistrado, a un ministro de la Suprema Corte, cuál es el papel que va a desempeñar, entonces no es una cuestión de popularidad sino de reconocer que el pueblo puede decidir quiénes son sus representantes en el Poder Judicial (…) un juez que es electo por el pueblo tiene más autonomía y no se va a prestar fácilmente a que alguien le diga qué hacer ni del gobierno ni del sector privado ni de ningún lado, porque sabe que le responde al pueblo de México, entonces fortalece la autonomía del Poder Judicial y el estado de derecho”, dijo.