Mérida. – Una mujer de la tercera edad fue encontrada con vida luego de haber permanecido tres días desaparecida en la comunidad de Chichimilá, Yucatán; a su regreso, sorprendió a familiares y autoridades con la declaratoria de que había sido supuestamente atacada por aluxes.
Según la historia compartida por el sitio Relatos Aluxinantes, esta mujer identificada como doña Teodora estuvo casi 72 horas fuera de casa.
Cuando por fin fue localizada, estaba deshidratada, pero consciente. De cualquier manera, tuvo que ser atendida en un centro de salud para luego regresar a su hogar, donde ya se encuentra a salvo.
Se menciona que la mujer fue a la selva, y que al adentrarse escuchó voces familiares que la llamaban por su nombre.
Ella pensó que se trataba de sus hijos o nietos, por lo que siguió el sonido, sin embargo, nunca los encontró.
La historia menciona que doña Teodora, en esa búsqueda, vio unas pequeñas figuras de ojos brillantes escondidas entre los árboles, mismas que jugaban y se reían.
“Eran como niños, pero no eran humanos”, fue la declaración hecha por la mujer de la tercera edad a elementos de la Policía Municipal, quienes hicieron efectivo su rescate.
El hecho que la mujer haya denunciado haber visto supuestas figuras, provocó que la comunidad supusiera que todo había sido obra de los aluxes que viven en la selva.
¿Qué son los aluxes?
Son pequeñas criaturas míticas que forman parte del folclore de algunos pueblos mayas en el sureste de México, principalmente en la península de Yucatán, así como en ciertas áreas de Belice y Guatemala. Se les considera equivalentes a los duendes o elfos de otras culturas.
Son descritos como seres pequeños, generalmente de la altura de las rodillas de una persona adulta, con rasgos que a veces se asemejan a los de ancianos.
En la tradición maya, se cree que los aluxes son espíritus de la naturaleza cuya función principal es la de ser guardianes de lugares específicos, como milpas (campos de cultivo), selvas, cenotes, grutas y caminos.
Generalmente, se les considera traviesos y juguetones, capaces de hacer pequeñas bromas o esconder objetos. Sin embargo, si se les falta al respeto o se daña su territorio, pueden volverse más problemáticos, causando enfermedades, pérdidas o accidentes.
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