Ciudad de México.- En días recientes, las noticias sobre pinchazos en el Metro de la Ciudad de México han tomado fuerza causando expectación entre la ciudadanía, pero ¿en qué consiste esta nueva forma de agredir a las personas? Aquí te lo decimos.
Testimonios de las víctimas que han sido recabados por distintos medios de alcance a nacional explican el modus operandi que siguen aquellas personas que cometen estos ataques.
Inicialmente, en medio del tumulto de personas que suele haber en los vagones del Metro, a las víctimas se les pincha con una jeringa, lo cual provoca un ligero dolor en la persona que suele pasar desapercibido.
Las víctimas narraron que, al sufrir estos pinchazos, experimentaron síntomas que inician con un calor y un ardor en la espalda, seguido de sudoración y debilidad en las piernas, incluso hay quien comenta sentir adormecimiento en la lengua y dificultad para articular palabras. Otros de los síntomas también pueden ser sudoración excesiva, mareos, nauseas y vómito.
A su vez, explicaron que estas víctimas han sido “auxiliadas” por mujeres que se acercan a ellas diciéndoles que se ven mal y, en algunos casos, se quedan con las víctimas para “cuidarlas”, así lo narró una de las víctimas de estos pinchazos para el medio de comunicación El Financiero.
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“Sentí como si me hubieran picado en la espalda, pero no le tomé importancia porque pensé que había sido un empujón. De pronto, me empezó a dar sueño, me estaba quedando dormida. Una señora se me acercó y me preguntó si me sentía mal. Le dije que me sentía mareada. Ella se quedó cerca y cuando me iba a bajar, me dijo que si quería me sentara porque me veía muy mal. Le respondí que no. Cuando llegué a Ermita, me bajé y le marqué a mi mamá y a mi hermana”, dijo.
De acuerdo con la Asociación Civil de la Ciudad de México, “No Es Una Somos Todas”, las sustancias que se inyectan a las víctimas son una especie de sedante que las deja indefensas y que las vuelve vulnerables a sufrir el robo de sus pertenencias, secuestro, abuso e, incluso, a ser víctimas de desaparición forzada.
Con fecha al 3 mayo, de acuerdo a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, se han contabilizado 41 denuncias por pinchazos, estos no sólo han ocurrido en el Metro, también en el Metrobús y en la vía pública.
- 33 ataques en el Metro
- 4 agresiones en el Metrobús
- 3 casos en la vía pública
- 1 ataque un camión del Pumabús (transporte de la Universidad Nacional Autónoma de México).
Además de enfrentarse a los daños a su salud, las víctimas han vivido la indiferencia de las autoridades, por ejemplo, una de las víctimas mencionó que al acudir a un hospital del IMSS se le minimizó su malestar y sólo se limitaron a decirle que se trataba de “la nueva modalidad que tienen en el Metro para robar”.
Los síntomas físicos no son los únicos que afectan a las víctimas, también quedan los recuerdos y el estrés postraumático que las envuelve y causa el miedo de volver a subirse al Metro y correr el riesgo de sufrir otro pinchazo.
“Sí tengo miedo de usar el Metro, pero lo necesito para moverme por la ciudad. Es algo que voy a seguir utilizando, queramos o no”.