Nuevas formas de construir y herramientas tecnológicas permiten a la industria de la construcción en Nuevo León y México avanzar hacia la sofisticación.
Innovar, reconoce el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Nuevo León, Roberto Macías Quintanilla, impone retos como es la actualización y capacitación de los integrantes del gremio. Sin embargo, destaca, las tecnologías “permiten optimizar recursos, reducir tiempo e incrementar la precisión de las tareas para las que se emplean”.
Nuevo León, afirma, es la delegación de CMIC que más capacita y actualiza a sus trabajadores a nivel nacional.
En el estado, añade el líder de los constructores, “hemos promovido mucho la metodología BIM (Building Information Modeling) a través de cursos y certificaciones”.
Además, dice, “algunos afiliados ya voltean a ver a la automatización robótica, y la impresión 3D como opciones”.
Adrián Leonardo Ferriño, subdirector de Vinculación de la Facultad de Ingeniería Civil de la UANL, explica que en medio de esta evolución, se plantea la necesidad de mano de obra más calificada, que sostenga el avance de la industria para traducir la innovación en “mejores obras y mejores calidades”.
En la forma de construir, desde hace varios años, el sector ha podido echar mano de elementos prefabricados, es decir, materiales que son elaborados previamente en alguna planta, los cuales pueden reducir la cantidad de esfuerzo para la construcción de puentes, edificios, fábricas e incluso hospitales.
Dentro de las innovaciones en la industria, no hace mucho tiempo se presentó en México un proyecto para la construcción de casas en un municipio de Tabasco con una impresora gigante 3D, y el año pasado fue lanzada otra impresora 3D de concreto por parte de la cementera regiomontana Cemex.
La presencia de drones, afirman expertos, es otra tendencia en la construcción, ya que se utilizan para realizar mapeos y supervisiones de obras.
Mientras, también están llegando a México nuevos jugadores para operar el llamado “internet de las cosas”, sin dejar pasar los retos que le plantea al sector la sostenibilidad.
A continuación, algunas de las innovaciones alrededor de la industria de la construcción en nuestro país y en Nuevo León.
Drones, cada vez más esenciales
La presencia de estos equipos dentro de la industria de la construcción ha facilitado diversos procesos. Estos funcionan desde la parte catastral y de topografía, explica Arturo Cruz, director general de TerraSat.
Los drones, dice, son capaces de transmitir información precisa, que apoyada de un software, permite el procesamiento, análisis y generación de datos en torno al área o proyecto en que se trabaja.
La facilidad de tener acceso a un aparato controlado desde un punto fijo sobrevolando el área, permite también monitorear el progreso de los proyectos, sin necesidad de un mayor esfuerzo de especialistas, quienes solían tener que recorrer largas distancias en búsqueda de actualización de las obras, explica en tanto Leonardo Ferriño, de la UANL.
En la supervisión de la construcción de la Presa La Libertad, dice, se está utilizando esta herramienta.
“Los drones dan una vuelta y vamos viendo los avances de obra semana tras semana y en zonas donde no podemos llegar rápidamente”, expresa.
“Mandamos las cámaras con los drones y tenemos la ventaja de que no nada más lo observamos, a través de un monitor, lo podemos dejar documentado con fotografía y video”, dice.
“Antes los ingenieros íbamos hasta el sitio, subíamos con los geólogos y tomábamos algunas fotos, pero ahora tenemos videos a 360 grados y fotografías 4K, a las que les podemos hacer zooms que son imposibles para el ojo humano”, amplía.
En materia de automatización y robótica, el experto de la UANL asegura que los sistemas se están automatizando hacia tareas donde los robots ya hacen ciertos trabajos que antes realizaba un albañil o un soldador y también se emplean en el transporte de materiales.
Todo, dice, “va enfocado a la eficiencia y a reducir los riesgos laborales”.
Roberto Macías, de la CMIC, reconoce que los constructores están mirando más hacia estas herramientas y también a las tareas que son capaces de desempeñar los robots en demolición de espacios.
“Los robots han demostrado ser eficientes en el desmantelamiento de estructuras, en tiempo récord, lo que incide en una reducción de costos y eleva la seguridad en comparación con los métodos tradicionales”, señala el líder de los constructores en Nuevo León.
Una técnica que se está usando en Monterrey y en México es la impresión 3D. A nivel nacional, el caso más sonado fue la construcción de viviendas para el proyecto residencial encabezado la organización New Story con la empresa Icon, a través de una impresora gigante de esta tecnología.
En Monterrey, dicen los especialistas, ya hay varias empresas que utilizan impresoras 3D, aunque en proyectos de menor dimensión.
Hacia las ciudades inteligentes
En temas de innovación, la presencia de realidad aumentada y la realidad virtual se abren paso a la hora de mejorar diseños y planificar proyectos de construcción.
La metodología BIM (Building Information Modeling), un sistema de gestión de las obras de construcción, permite producir y almacenar toda la información necesaria para operar en las distintas fases del ciclo de vida de las construcciones. De ahí la importancia que la CMIC brinda a esta nueva forma de trabajar.
Aunado a ello, existe la presencia de sistemas como SuperMap, un software chino que ingresó a México el año pasado. Su representante Pedro Tian asegura que esta herramienta permite integrar multifuentes de información para facilitar la operación de las ciudades y la toma de decisiones, apoyada en el Sistemas de Información Geográfica (SIG).
Según Cruz, de TerraSat, quien a través de su empresa colabora con SuperMap, explica que esta tecnología “junta el SIG y el BIM, con el internet de las cosas; entonces, cualquier cosa que tenga internet es compatible”.
En el tema de permisos de construcción, explican los especialistas, este software puede identificar la cercanía o no de escuelas con los proyectos que se están desarrollando.
La ventaja de los prefabricados
Si se trata de acelerar el paso de una construcción, una de las herramientas que hoy la industria tiene a su alcance son los productos prefabricados.
Estos insumos son más bien estructurales que tecnológicos, pero han registrado un boom, como recuerda Antonio González Maiz, director general de Compre, una empresa regia especialista en producción de esta clase de componentes.
“En el 2020, que fue el tema del COVID, levantamos un hospital de 600 m2 y en aproximadamente 15 días ya estaban equipándolo; entonces, a los 20 o 28 días el hospital ya estaba recibiendo pacientes”, recuerda.
Destaca que el uso de estos componentes “es una forma de hacer más acelerada la construcción y también más sustentable y con menores costos”.
Asegura que “ha habido una evolución, no nada más del fabricante, también va evolucionando la ingeniería, el cliente y el arquitecto”, expresa González Maiz.
Apoyado en grúas y equipo de transporte especializado, este sistema ha crecido su participación en la industria ante la alta demanda de espacios industriales que vive la ciudad de Monterrey con el incremento en las inversiones industriales.
“Ahorita están en boga las naves industriales y las bodegas, entonces podemos surtir una bodega de 5,000 m2 en un mes”, asegura.
En materia de acero, empresas como Ingetec, basándose en los planos de la obra, proporciona al constructor el acero listo para colocar, sin necesidad de hacer cortes o ajustes.
La sostenibilidad también impulsa el cambio tecnológico
La conciencia ecológica, el cuidado del medio ambiente y la crisis climática son temas que cada vez cobran mayor peso en la industria de la construcción, impulsando tanto innovaciones como nuevas reglamentaciones.
“Debemos saber adaptar tecnologías que mejoren la eficiencia, especialmente en edificios, incluyendo sistemas de iluminación inteligente, gestión de energía e implementación de energías renovables, pues esto reduce la quema de combustibles fósiles”, dice Adrián Leonardo Ferriño, de la UANL.
Estas tendencias son avaladas por certificaciones como la Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), Excellence in Design for Greater Efficiencies (EDGE) y la Net Zero Energy Building (NZEB), entre otras, relacionadas con la sostenibilidad de las edificaciones.